Motor
Audi e-tron 55 Sportback: una máquina total SUV, cupé, deportivo, eléctrico y Premium
- Uno de los modelos eléctricos que más y mejores sensaciones de conducción nos entrega
Miguel Ángel Linares
El proceso de electrificación que está viviendo el mundo de la automoción. La mayoría de las veces para bien, con nuevos modelos muy interesantes; algunas veces para regular, con modelos claramente equivocados; y a veces, por qué no, con resultados espectaculares, como es el caso del Audi e-tron Sportback, una versión del primer eléctrico total de la firma de los cuatro aros que solo tiene un pero: los pocos puntos de recarga de vehículos eléctricos que tenemos en España para poder disfrutarlo a tope.
Pocos coches de la última hornada de modelos eléctricos (y estamos hablando de varios años hacia atrás) resultan tan atractivos a la primera vista. En cuanto echamos el primer ojo sobre la poderosa silueta cupé del Audi e-tron Sportback ya tenemos claro que estamos ante un coche 'Premium sobre Premium'. Esto es, que dentro de una marca Premium como es Audi, la líder de ventas del segmento de lujo en España en el último cuarto de siglo, el e-tron Sportback es también Premium a título personal en la gama de la marca de Ingolstadt.
¿Y cómo no va a serlo? Si lo tiene todo: un tamaño importante; una construcción SUV que funciona a la perfección por caminos terrosos e incluso pedregosos; una maravillosa silueta cupé, la moda imperante en los nuevos segmentos; una propulsión cien por cien eléctrica, como mandan los cánones; y un motor con dos potencias (408 y 503 CV) que convierten las prestaciones en sensaciones.
Autonomía mejorable
Evidentemente, todo tiene un pero. Y en este caso son dos. La primera es la autonomía, tan crucial en este país en el que estamos al nivel de Bulgaria en puntos de recarga de vehículos eléctricos: 415 kilómetros en la versión 'de calle', la 55 quattro, la que hemos probado; y 368 en la versión superior, la S. Por supuesto que son magnitudes que ni nos imaginábamos hace unos años, casi hace unos meses, pero la realidad es que, y más para los que vivimos en la zona central de España, cualquier eléctrico que no nos lleve a la playa sin recargas... no es suficiente. El problema no es de las marcas, evidentemente, que cada vez nos ofrecen 'pepinos eléctricos' con más y mejores prestaciones, pero con autonomías que no se complementan con la paupérrima red de mandarinas de recarga de vehículos eléctricos en España. Es como tener un iPhone X25 de generación 2100... con una cobertura que no llega a las dos rayitas.
Tres versiones
Pero volvamos a lo que de momento tenemos: los coches eléctricos. El Audi e-tron Sportback 55 quattro se vende en tres versiones, en las que solo difiere el nivel de equipamiento, con precios de 92.060 para la versión Advanced; 97.760 la S line; y 99.670 la Black line edition. En todos los casos, nos subimos a una máquina con dos motores eléctricos de 184 y 224 CV, con pares respectivos de 309 y 355 Nm. Todo ello alimentado por una batería de 95 kWh de capacidad, que puede ser recargada con una potencia máxima de 150 kW. Con todo ello, el e-tron Sportback alcanza una velocidad máxima de 200 km/h, con una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,7 segundos, y con un consumo de 23,9 kWh/100 km, lo que nos da una autonomía, como ya hemos escrito, de hasta 415 kilómetros.
Tras conducir el modelo durante más de 200 kilómetros seguidos, hay que decir que, como ocurre con tantos otros modelos eléctricos, la autonomía que marca el cuadro tiene más altibajos que una montaña rusa, si bien en este caso casi siempre es para bien. Aunque esta magnitud dependa, como es lógico, tanto de la ruta (con más o menos subidas) como de la conducción (más o menos eficiente), al final es raro que, si hacemos una etapa de por ejemplo 100 kilómetros, la autonomía que hayamos gastado sea... de 100 kilómetros. No ocurre como en tantos otros modelos, que aunque arranquemos nuestro viaje con autonomía más que de sobra... nos obligue a hacer los últimos kilómetros con la mayor aerodinámica posible (o sea, con todas las ventanillas cerradas), aunque hayamos tenido que renunciar al (en esta época indispensable) aire acondicionado, y hayamos tenido que ir recargando la batería con nuestra más eficiente "conducción de frenada".
El proceso de recarga
El proceso de recarga del Audi e-tron Sportback, con todas las molestias que ocasiona en cualquier modelo eléctrico si lo comparamos con las bondades de repostar carburante, está muy bien pensado y resuelto. Por de pronto, todos los cables, tanto los domésticos como los 'profesionales' se alojan bajó el capó, aprovechando el espacio que deja libre el motor eléctrico, mucho más contenido. Y luego están los tiempos de recarga, con un 80% en una media hora en los escasos supercargadores de 150 kW que tenemos en nuestra paupérrima red de recarga. En condiciones más normales, es decir, en estaciones de recarga de 22 kW, el proceso completo se alarga hasta las cinco horas, más o menos. Evidentemente, la recarga en enchufes privados hay que contarla casi por días más que por horas.
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Agilidad superlativa
Para nada, el e-tron Sportback ofrece sensaciones muy potentes sin tener que comernos la batería con un par de acelerones. Lo que hace su experiencia de conducción realmente agradable, pues a pesar de su tamaño (4,90 metros de longitud; 1,93 m de anchura y 1,62 de altura), el e-tron Sportback se mueve con una agilidad superlativa por todo tipo de asfaltos, revirados o más revirados.
El e-tron Sportback se diferencia de su hermano mayor, el e-tron a secas, primer eléctrico de Audi, evidentemente en su diseño, con esa carrocería tipo cupé que parece estar volviendo locas a todas las marcas. No hace falta decir que sobre gustos lo que haya escrito es subjetivo, pero por 2.300 euros de diferencia entre ambos modelos, mi elección al menos estaría clara. Porque el Sportback es uno de esos modelos (y si encima le vistes con un beige mate como el que muestra las fotos) que vuelve más cabezas que las que deja quietas a su paso. Es sin duda todo un espectáculo visual sobre cuatro ruedas.
Belleza y habitabilidad
Muchos de los lectores de este artículo dirán que sí, que muy bonito el cupé, pero que seguro que se resiente el espacio en las plazas traseras. Evidentemente, pero las grandes magnitudes del modelo permiten que, aún con la indispensable caída en la línea de diseño de cualquier cupé, la convivencia a bordo, en la parte de atrás, es realmente cómoda para dos adultos, y también muy cómoda para tres.
El interior es puro Audi, como no puede ser de otra forma, con esas tres pantallas digitales (el cuadro tras el volante, la principal para infoentretenimiento la secundaria, debajo, para diversas funciones, es especial la calefacción o el aire acondicionado). Una palanca de cambios integrada en un 'apoyamanos' que nos quita el gusanillo a los que siempre echamos de menos una palanca con todo su tamaño, por muy automático que sea el coche. Y una sensación Premium en todo el habitáculo, con ciertos toques deportivos en detalles de equipamiento y sobre todo en los asientos, que a pesar de todo no pierden su necesario nivel de comodidad.
Los famosos retrovisores digitales
Mención aparte merecen, por supuesto, los retrovisores digitales, opcionales, de los que todo el mundo habla. Esos dos pequeños 'cuernos', cámaras en realidad, que sustituyen a los espejos de toda la vida, y que proyectan la imagen de los temidos ángulos muertos en dos pequeñas (quizá demasiado) pantallas en la esquina superior e interior de las puertas. Como novedad estos espejos estuvieron muy bien, pero quizá Audi debería replantearse un poco tanto el tamaño como la ubicación. Un modelo, también eléctrico, pero a años luz en casi todo del e-tron, el Honda e, ha resuelto dicha futurista funcionalidad mucho mejor.
Un océano de sensaciones
Pero estas pequeñas gotas de chapapote no enturbian en absoluto el brutal océano de sensaciones y prestaciones que atesora el Audi e-tron Sportback. Un modelo que, repetimos, en un país que se hubiera puesto las pilas (nunca mejor dicho) en prevenir la invasión eléctrica en la automoción, podría ser perfectamente 'el coche de mi vida'. Pero si hoy por hoy nos podemos permitir el dispendio de alrededor de cien mil euros para un coche (un enorme coche) urbano, con etiqueta Cero y un consumo con el que poder hacer frente a la galopante inflacción... el Audi e-tron Sportback es sin duda una elección maravillosa.