Motor

El Bugatti Chiron Super Sport ya es una realidad

  • Comienzan las entregas a los clientes de un deportivo de 1.600 CV y 440 km/h de velocidad máxima
La diferencia estética respecto al Chiron normal es su parte trasera alargada.

Carlos Cancela

Bugatti ha comenzado las entregas de su último gran modelo y buque insignia de la marca, el Chiron Súper Sport a sus clientes más exclusivos. Un vehículo que representa la quinta esencia del lujo y de la rapidez, gracias a su motorización de 16 cilindros en W que proporciona en esta versión 1.600 caballos. El coche más rápido de producción en serie gracias a sus 440 km/h.

Pese a que toma el nombre de Chiron, en realidad es un modelo completamente distinto, tanto en su aspecto exterior como en su mecánica. Estéticamente la gran novedad está en su parte trasera, que ha sido alargada con respecto a la del modelo convencional. Es lo que se define en el sector del automóvil como "longtail", un terminado acunado durante años en los coches que disputaban las 24 Horas de Le Mans.

Bugatti es el fabricante más exclusivo, capaz de hacer coches muy potentes y de los que solo se fabrican unas pocas unidades. El Chiron, el modelo de base de esta versión que ahora ha comenzado sus entregas, es un súper deportivo. Sin duda el dato más característico es su potente motor de 1500 caballos. Gracias a este propulsor, es capaz de superar la barrera de los 400 km/h y con un precio que ronda los 3 millones de euros, sin impuestos.

En su exclusivo interior combina deportividad y elegancia.

1.600 CV

Pues bien, esta versión supone todavía un nuevo paso adelante con respecto al Chiron de serie. Aporta un motor aún más potente, que alcanza los 1600 caballos sobre la base del mismo propulsor de 16 cilindros en W. Gracias a sus 8 litros de cilindrada y a sus cuatro turbocompresores, más grandes que los empleados en la versión original, se consigue este incremento de potencia. Con ello su velocidad máxima alcanza los 440 km/h, si es que hay algún sitio en el que se pueda ir a esta velocidad, más allá del circuito de pruebas del Grupo Volkswagen, al que pertenece Bugatti.

Lógicamente, todos los sistemas del vehículo, incluyendo su transmisión su cambio de doble embrague o su equipo de frenos ha sido optimizados y reforzados para este incremento de potencia. El coche se fabrica de forma artesanal en la sede de la marca en Molsheim y representa el "rien ne va plus" en el sector de automoción.