Motor

El motor amplía hasta 2022 los Ertes a 30.000 empleados por la falta de chips

  • La escasez de los semiconductores se alargará hasta finales del año que viene
  • Seat, Renault, Stellantis o Iveco ya han acordado sus expedientes

Ankor Tejero

El sector de la automoción español vive el presente ejercicio con una constante reducción de la demanda debido a los continuos problemas en la cadena de suministro provocados por la escasez mundial de semiconductores.

A lo largo de todo el año las paradas en las distintas fábricas de automoción han sido constantes y el problema no parece que esté cerca de solventarse. Según la patronal de fabricantes (Anfac), dicha escasez se prolongará hasta finales de 2022 o principios de 2023. Esta situación permitirá que el mercado mundial de semiconductores aumente este año un 25,6% en tasa interanual, hasta los 553.000 millones de dólares (488.700 millones de euros), según las estadísticas del comercio mundial de semiconductores (WSTS, por sus siglas en inglés), debido a la alta demanda y la poca oferta.

Esta falta de componentes también ha provocado que España pierda la octava posición como fabricante mundial de automóviles en detrimento de Brasil. Tan grave es la situación que en los diez primeros meses del año -últimos datos disponibles- la producción de vehículos en España se ha situado por debajo de los niveles de 2020, año marcado por la pandemia y por el cierre de las fábricas durante un mes y medio. Así, entre enero y octubre, la producción de vehículos ha descendido un 2,5% en tasa interanual, hasta las 1.757.280 unidades, mientras que si se compara con 2019 el descenso es del 26,7%.

Todo ello lleva aparejado la aplicación de Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (Erte), los cuales seguirán vigentes en 2022. Y es que compañías como Seat, Renault, Stellantis en su planta de Madrid o Iveco Madrid ya han prolongado los Ertes para el año que viene, medidas que afectan a casi 30.000 trabajadores.

De hecho, Seat fue la primera en prolongar estos expedientes para el año que viene, ya que lo hizo el pasado mes de septiembre. Dicho Erte estará vigente hasta el 30 de junio de 2022 y afectará a algo más de 11.000 empleados durante la vigencia del mismo y a entre 482 y 1.276 trabajadores de manera diaria, según explicaron fuentes sindicales.

Stellantis, por su parte, ha cerrado un acuerdo con los sindicatos para prorrogar el Erte durante todo el año

El mismo camino siguió Renault, que ha ampliado el Erte hasta el 30 de junio de 2022 y que afectará a 8.777 empleados. En el caso de la factoría de montaje de Valladolid, tendrá un total de 77 jornadas de parada, los mismos que ocuparán a las direcciones centrales; otros 90 días de parada para Carrocería; para Motores 76 jornadas y para la planta de Palencia y líneas concatenadas, 78 jornadas de parada.

Stellantis, por su parte, ha cerrado un acuerdo con los sindicatos para prorrogar el Erte durante todo el año que viene por un máximo de 60 días. En el caso de la factoría de Vigo, la dirección ha trasladado a los sindicatos una propuesta de expediente que se prolongará durante todo 2022 en el que se incluyen hasta 60 días de parada, con posibilidad de ampliarlo 15 días más en caso de que fuese necesario y que afectará a todos los trabajadores con contrato indefinido, es decir, unos 5.000 empleados. Los sindicatos se pronunciarán al respecto el próximo 13 de diciembre. Asimismo, la planta aragonesa de Figueruelas también se verá afectada por un Erte en el que se ha propuesto hasta 70 días de parada que podrían llegar a afectar hasta a 3.800 trabajadores.

El fabricante Iveco, con plantas en Madrid y Valladolid, suprimió el Erte que tenía vigente hasta final de año en su planta vallisoletana, mientras que en la madrileña ya ha acordado con los representantes de los trabajadores la aplicación de un expediente que se prolongará hasta el 31 de marzo de 2022 y que afecta desde el 15 de octubre a un total de 2.700 empleados.

Ampliación de los Ertes

Desde CCOO de Industria trasladaron al Ministerio de Industria en una reunión que mantuvieron el pasado jueves en la que estuvieron presentes las patronales del sector la puesta en marcha por el Gobierno de un mecanismo que permita atender los descensos de producción fruto de la escasez de semiconductores, como pudieran ser un Erte similar al mecanismo utilizado en la pandemia.

Por su parte, Volkswagen en Navarra, Ford Almussafes y Mercedes-Benz Vitoria aún no han cerrado ningún tipo de expediente para 2022. No obstante, en el caso de la planta alavesa, la producción se parará las dos últimas semanas de diciembre por la falta de suministros.

Medio millón de empleos en la UE, en peligro por la electrificación

Hasta 501.000 empleos de los proveedores de automoción en la Unión Europea se verán afectados por la eliminación de los motores de combustión para 2035, según un estudio de la patronal europea de proveedores de automoción (Clepa), elaborado por Strategy&. Esto supone hasta el 84% de los empleos actuales en los proveedores que están vinculados a la producción de este tipo de propulsores. Pero es que tan solo la mitad de estos puestos de trabajo, unos 226.000, se podrán compensar con la producción de sistemas de propulsión para los vehículos eléctricos. El estudio pronostica que, en la hipótesis de tener solo vehículos eléctricos, el 70% del impacto en el empleo se sentirá ya en el período 2030-2035 y corrobora que las oportunidades del vehículo eléctrico dependen del establecimiento de una amplia cadena de suministro de baterías en la UE, cuyo momento y probabilidad aún son inciertos. Si bien los fabricantes de automóviles tienen mayor capacidad para desinvertir para compensar una pérdida de actividad en el ámbito del sistema de propulsión, los proveedores de automoción no pueden reaccionar con tanta agilidad, ya que están obligados por contratos de larga duración con los fabricantes de vehículos. En España, el director general de la patronal de proveedores de automoción (Sernauto), José Portilla, recordó que "el sector de componentes da empleo de calidad y estable a 225.000 personas de forma directa, de las cuales 72.000 están relacionados con el sistema de propulsión de motor de combustión". Por ello, la patronal europea reconoce que "tener un enfoque tecnológico mixto ayudaría a mitigar el riesgo y a crear una transición más manejable".