Bolsa, mercados y cotizaciones

Del "la fiesta se ha acabado" de Marx a Peter Lynch

    Groucho Marx.

    Joaquín Gómez

    Comprar con el rumor y vender con la noticia. Quizás es el axioma más repetido en bolsa, y al que doy más recorrido cuando EEUU y China cierren dentro de pocas fechas su acuerdo comercial y se frene la carrera de máximos históricos, que en realidad se ha asentado en excelentes resultados empresariales.

    El temor a un desplome es el que ha impedido que una mayoría de los inversores se hayan perdido el excelente cuatrimestre de mercado al que hemos asistido, con revalorizaciones del 17% en el EuroStoxx 50 y el S&P 500. Después de una década de continuas subidas de Wall Street, el inversor aguarda con impaciencia escuchar que "la broma ha terminado". Recojo la frase del propio Groucho Marx, que en sus memorias cuenta como le llamó su agente en el Crack del 29. "En cinco palabras, lanzó una afirmación que, con el tiempo, creo que ha de compararse con las citas más memorables de la historia americana. Me refiero a citas tan imperecederas como No abandonéis el barco, No disparéis hasta que veáis el blanco de sus ojos, ¡dadme la libertad o la muerte!, y solo tengo una vida que dar por la patria. Ignoró incluso el tradicional hola. Todo lo que dijo fue: ¡Marx, la broma ha terminado!". Las memorias de Groucho son uno de los mejores libros de bolsa para saber qué no se debe hacer. En la prisa porque todo subía como la espuma se llevó a Harpo en pijama a comprar acciones de United Corporation porque se las había recomendado un ascensorista; Tuberías Crane porque simplemente hacía una cosa que siempre va a seguir utilizando la humanidad; el fabricante de coches Auburn, que por sus altos precios sucumbió en la Gran Depresión. Groucho llegó a comprar, desesperado porque se le escapaban, acciones de Goldman Sachs creyendo que fabricaba harina.

    La codicia era la base de toda aquella locura, junto a la compra a crédito con garantías, e incluso se colocaba la prensa como el termómetro que realmente es la bolsa. "Barney Baruch, el Sócrates de Central Park y mago financiero americano, lanzó una llamada de advertencia. Cuando el mercado de valores se convierte en noticia de primera página, ha sonado la hora de retirarse", cuenta Groucho Marx.

    Cuando la prensa generalista ponga titulares asustaviejas de bolsa, en los que se hable de fuertes caídas, y no es descabellado que sea más pronto que tarde, seguramente será el momento de entrar. Como explica uno de los profetas de la inversión, Peter Lynch (san Peter Lynch, para los que creemos en la religión de buscar empresas de calidad), que llegó a tener el fondo de inversión más grande y aún así siguió batiendo a Wall Street, no hay que creer en la predicción de los mercados, solo en la compra de grandes negocios: "No sé lo que hará el Dow Jones los próximos mil puntos, si bajará o subirá, pero sí sé lo que hará los próximos 10.000, subirá", afirmó.