Bolsa, mercados y cotizaciones

Efecto 'boomerang' en los bonos: entra un 72% de dinero más de lo que salió en todo 2018

  • En enero y febrero los fondos europeos captaron 31.600 millones
Las suscripciones netas alcanzan los 31.600 millones de euros

Cristina García

"No pensaba que el interés del bono alemán a diez años iba a volver a terreno negativo este año", reconoce un alto cargo de una gestora cuando aborda cuál es su escenario para este activo. Es el sentimiento generalizado entre los expertos, que llevan años alertando de posibles pérdidas en renta fija (sobre todo en deuda pública). También para 2019. Sin embargo, el inesperado cambio de rumbo que han dado las políticas de los bancos centrales este año, pisando el freno a la hora de retirar los estímulos por la ralentización de la economía, ha vuelto a dar una vida extra, al menos momentánea, a este activo. El mismo que cuenta con el favor de unos inversores que empiezan a reducir su exposición a la bolsa en aras de proteger sus beneficios. Solo en enero y febrero (aún sin el efecto de los bancos centrales), los europeos invirtieron más de 31.600 millones de euros en fondos de renta fija, frente a los 18.300 millones de euros que retiraron en todo 2018, según los últimos datos de Morningstar.

Es, de hecho, la categoría de fondos que más suscripciones netas registra en Europa en lo que va de año, por delante de la renta variable que, a pesar de las subidas de las bolsas, únicamente capta unos 4.800 millones de euros. A diferencia de lo que ocurrió en la última parte de 2018, donde ambos activos se correlacionaron y con ambos se perdió dinero, en el primer trimestre la correlación se mantiene, algo atípico por otra parte, pero esta vez es positiva. Si bien ninguna bolsa dejó pérdidas en los tres primeros meses del año, tampoco lo ha hecho ningún tipo de deuda. De toda, la que más atrae a los inversores es la emergente, beneficiada ahora por el tono más moderado de la Reserva Federal (Fed), de "las perspectivas de inflación favorables en la mayoría de estos mercados y de la estabilización de las condiciones económicas", dicen en Amundi, que "seguirán favoreciendo a esta clase de activos en 2019". Los fondos de deuda emergente han registrado las suscripciones netas más elevadas, de unos 14.000 millones de euros en solo dos meses.

Según los índices de Bloomberg y Barclays, la rentabilidad esperada para una cesta representativa de bonos emergentes, en dólares, asciende hasta el 5,31% (a estas alturas de año, se obtienen rentabilidades del 5,4%). Solo en el high yield (la deuda con alta probabilidad de impago, otro de los segmentos donde los expertos ven ciertas oportunidades, además de en el crédito europeo, con especial foco en la deuda subordinada de la banca) se manejan previsiones más altas. En concreto, la previsión es que los bonos basura de Estados Unidos ofrezcan en torno a un 6,4%.

La renta fija aún gusta en marzo

En cualquier caso, la avalancha de dinero hacia la renta fija se produjo antes, incluso, de que tanto el Banco Central Europeo (BCE), en primer lugar, como la Fed, después, alejasen sus respectivas subidas en los tipos de interés más allá de este año. Tras ello, y aunque en clave europea todavía no se han publicado datos de marzo, los provisionales ofrecidos por Inverco que atañen a España reflejan cómo ese éxodo hacia la deuda continúa, con la entrada de 779 millones de euros en fondos de renta fija en España (en ninguna otra categoría logró tantas suscripciones netas el mes pasado).

Sin embargo, pese a que no se atisbe una normalización en el precio del dinero este ejercicio, los expertos discriminan bastante a la hora de determinar dónde están las oportunidades y la deuda pública europea, salvo excepciones contadas que apuntan a la periferia, donde algunos sí que ven cierto margen para que los diferenciales se estrechen porque las rentabilidades son más elevadas, no es una de ellas. "En Europa, seguimos sin ver valor en la deuda pública del continente y no la consideramos como una opción refugio", apunta Pedro Sastre, analista senior de Banca March.

La razón la explica Christopher Gannatti,  jefe del equipo de analistas de WisdomTree: "El inversor de hoy en día de renta fija gubernamental de la eurozona debe asumir más riesgo para recibir una renta menor, lo cual, a nuestro parecer, no es una compensación favorable". Si bien en A&G, Diego Fernández Elices, director general de inversiones, reconoce que no ve cerca una subida de tipos, explica que no invierte "en bonos con rentabilidades negativas esperando que dentro de unos meses sean algo más negativas que hoy". En parte, porque puede que "los próximos movimientos de apoyo al mercado de los bancos centrales ya estén descontados", señalan en Unicorp, "lo que reduciría claramente el recorrido adicional a la baja de las rentabilidades de los bonos, lo que resta potencial a la revalorización del precio", concluyen.

Actualmente, el inversor que desee obtener intereses positivos en deuda alemana, por ejemplo, es preciso que invierta en plazos superiores a diez años porque el Bund con vencimiento a una década ofrece un -0,04% (también en Suiza). No son casos aislados, en España todo el papel soberano con duraciones inferiores a los cinco años también brinda retornos negativos, mientras que en Francia sucede lo mismo en duraciones por debajo de los ocho años.

Los bonos de China ganan visibilidad

Los bonos chinos denominados en moneda local empezaron el lunes a formar parte del principal índice de bonos global, el Bloomberg Barclays Global Aggregate. "En primer lugar, esta medida incrementará la entrada de dinero -se ha estimado entre 250.000 y 500.000 millones de dólares a partir de la inclusión en el índice de 'Bloomberg'-, y eso es simplemente dinero pasivo", explica Hayden Briscoe, responsable de renta fija para la región Asia-Pacífico de UBS AM. "Si consideramos que los inversores activos, los bancos centrales y los fondos soberanos también deberán tener en cuenta los bonos de China después de este hito, la cifra será mucho mayor, posiblemente hablemos de billones", añade.