Bolsa, mercados y cotizaciones

El entusiasmo de Wall Street por las criptodivisas se desinfla

    <i>Foto: Archivo</i>

    José Luis de Haro
    Nueva York,

    Pese al repunte momentáneo experimentado por el Bitcoin, algunos de los nombres más reconocidos del sector financiero estadounidense parecen estar perdiendo su interés por las criptodivisas. De ahí que sus planes por hacerse un hueco dentro de este mercado se hayan retrasado en el último año.

    Es el caso de Goldman Sachs, que anunció el año pasado la apertura de una operación comercial para sus clientes ante la creciente demanda de Bitcoin. Sin embargo, el interés de sus clientes no ha sido el esperado y la institución liderada por David Solomon no ha recibido todavía la aprobación regulatoria para poder comprar y mantener Bitcoins en nombre de sus clientes, según señalaba el New York Times.

    Por otro lado, Intercontinental Exchange (ICE, por sus siglas en inglés), la matriz de la Bolsa de Nueva York, se ha visto obligada a retrasar la apertura de un mercado de compra y venta de criptomonedas, también anunciado el año pasado, dado que los reguladores todavía no han ofrecido una señala clara de cuándo ofrecerán su visto bueno a este tipo de operación.

    La propia Chicago Board Options Exchange (CBOE, por sus siglas en inglés) anunció el pasado mes que dejaba de ofrecer sus contratos de futuros de Bitcoin, que introdujo en diciembre de 2017. Los últimos contratos en circulación están previstos que expiren en junio.

    Cuando la CBOE lanzó su mercado de futuros de Bitcoin a finales de 2017, la criptodivisa se cambiaba cerca de los 17.000 dólares y llegó a acercarse hasta los 20.000 dólares. No obstante, desde entonces su valor ha caído casi un 80% volviendo a recuperar los 5.000 dólares el martes por primera vez desde noviembre de 2018.

    Este repunte momentáneo en que la criptomoneda se disparaba un 20% ha provocado que los más optimistas observen nuevas subidas en el horizonte. "Después de estar en un mercado bajista hay una creciente sensación de que Bitcoin está de vuelta, el mercado ha tocado fondo y que el llamado invierno de las criptodivisas ha llegado a su fin", destacaba Nigel Green, fundador de deVere Group, quien apuntaba que el Bitcoin recuperará los 7.000 dólares en los próximos meses.

    Aún así, la trayectoria de esta divisa digital, cuya primera transacción se estima ocurrió en 2009 y no logró atraer la atención del público masivo hasta el pasado 22 de mayo de 2010, cuando Laszlo Hanyecz utilizó el Bitcoin para costear dos pizzas de Papa John´s, se ha convertido en un profundo terremoto.

    Las divisas digitales siguen generando sentimientos encontrados. Mientras algunos banqueros, como Jamie Dimon, capitán de J.P. Morgan, y reguladores han atacado ferozmente este mercado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, sigue defendiendo parte de su concepto que ofrece "la posibilidad de que los bancos centrales emitan sus propias divisas digitales puede ser una opción a tener en cuenta que debería analizarse con mayor profundidad".

    Su punto de vista difiere del de Benoit Coeuré, miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo, quien el año pasado señaló a Bitcoin y las criptodivisas como "la semilla de la próxima crisis financiera". Una opinión que comparte el economista Nouriel Roubini quien durante una comparecencia en octubre del año pasado ante el Comité Bancario del Senado de EEUU calificó a las cripto como "la madre o el padre de todos los fraudes y burbujas".

    "Ahora que el baño de sangre dentro de las criptodivisas es evidente, el nuevo refugio de los criminales sinvergüenzas es blockchain, la tecnología subyacente que ahora es la cura de todos los problemas globales, incluida la pobreza, las hambrunas e incluso las enfermedades", indicó a los senadores Roubini considerando la cadena de bloques como "una tecnología más exagerada y menos útil de la historia de la humanidad".