Bolsa, mercados y cotizaciones
El coste de los fondos de bolsa cae a mínimos por las comisiones de éxito
- Cae al 1,35%; los fondos que cobran por resultados suponen el 13,37%
- Las clases limpias abaratan el coste medio de gestión
Arantxa Rubio
La industria avanza cada vez más hacia productos con costes más ajustados. Según los datos de Morningstar, la comisión media actual de los fondos de renta variable domiciliados en España es del 1,35%. Un dato que no solo es sustancialmente inferior al de 2017, cuando se situaba en el 1,71% según los datos que ofrece la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sino que es el más bajo de la serie histórica.
En ello tienen que ver varias cosas: el aumento de los productos con comisiones de éxito, la presión de costes que ejerce la aparición de fondos indexados y la nueva normativa europea sobre instrumentos financieros, Mifid II, que aporta más transparencia en cuanto a comisiones, separando la comisión de ejecución y la de distribución.
Muchos gestores que consideran que generan más valor que el mercado han decidido cambiar su base de cálculo de comisiones, reduciendo sustancialmente el coste de gestión y empezando a aplicar también una variable sobre sus resultados.
Se conoce también como performance fee y no es otra cosa que cobrar comisiones más altas solo cuando el gestor consigue su objetivo. Siempre con unos límites: del 1,35% sobre el patrimonio y del 9% de los resultados. Una fórmula que cada vez más gestoras ponen en marcha. Según los datos de Morningstar, actualmente la tienen 80 de los 660 fondos de bolsa que hay domiciliados en España (se han contabilizado cada una de las clases de un mismo fondo porque tienen comisiones distintas), lo que equivale a un 13,37% del total. Por contextualizar, el año pasado lo hacía el 12,83% de los productos de bolsa y en 2016, el 11,97%.
Cómo se aplican
"Ojalá hubiera más productos con esa doble comisión porque reduce considerablemente el coste del fondo y alinea mucho más los intereses de la gestora y los partícipes. Si ganan éstos también lo hace la gestora y al revés", explica José María Luna, director de análisis de Profim.
Actualmente la usan el 40% de las gestoras (ver apoyo). Y no se trata de una tendencia aislada en España. De hecho, la industria internacional ya se está moviendo en esa dirección y gestoras como Alliance Berstein, Allianz Global Investors o Fidelity han anunciado en los últimos meses gamas de fondos con comisiones variables.
Eso sí, "hay que ver cómo se cobra la comisión de éxito", recomienda Luna. Y es que se puede hacer de varias formas, explica: "Únicamente si se obtiene una rentabilidad positiva o a partir de que el fondo de inversión supere el valor liquidativo máximo que había alcanzado anteriormente, lo que se conoce como marcas de agua (high-watermark)". Pero ojo, estas últimas también tienen algunas desventajas importantes: la ley establece que es "reseteable si en los últimos tres años no se ha cobrado esta comisión", aseguran desde Morningstar. Esto es, que si un fondo tiene pérdidas durante tres años su marca de agua será actualizada con el valor liquidativo del último año. De este modo, si al año siguiente obtiene beneficios, podrá cobrar la comisión de éxito a sus partícipes aunque el valor del fondo sea menor al de hace cuatro años.
Más transparencia
En esta reducción de costes general también tiene mucho que ver "el lanzamiento de clases limpias con comisiones muy bajas, que las entidades utilizan para sus propias carteras de fondos", explica Fernando Luque, editor senior de Morningstar. Y es que Mifid II obliga a las gestoras a ofrecer a sus clientes asesorados (ya sea vía asesoramiento independiente o a través de la gestión de sus carteras) las clases de fondos limpias de retrocesiones, ya que en ambos tipos de servicio se prohíbe el cobro de estas comisiones, que hasta ahora las gestoras retrocedían a sus redes comerciales. Muchas de ellas, eso sí, elevan la inversión mínima, imposibilitando la entrada al particular.
Hasta ahora, había tres tipos de clases en un fondo de inversión: la minorista, la de banca privada y la institucional, explica Luna. Todas ellas se diferencian no solo en la comisión que aplican sino también en la inversión mínima que exigen. "Ahora, con la entrada de Mifid II se está produciendo una unificación en las clases que está derivando en una mayor concentración de fondos hacia la clase de banca privada, que ya es una clase de comisión más baja a la que había anteriormente, y a las clases limpias, en las que hay un ahorro sustancial de comisiones", justifica.
Pero tampoco hay que olvidar el efecto que ha tenido en este ajuste de costes general "la proliferación de productos indexados tras la eterna pugna entre gestión pasiva y gestión activa", añade el experto. Actualmente existen unas 40 clases de fondos indexados en renta variable, según los datos de Morningstar.