Bolsa, mercados y cotizaciones

¿Dónde está el límite?



    Raimundo Díaz

    Madrid, 21 oct (EFECOM).- Las operaciones corporativas, confirmadas o rumoreadas, parecen no tener fin y una vez más han dado alas a la bolsa española que, el viernes, día en que celebraba su 175 aniversario, superó por primera vez en su historia el nivel de los 13.500 enteros.

    Tras comenzar la semana con un nuevo máximo, el mercado español se tomó un respiro el martes, cuando registró la mayor caída desde junio para tomar carrerilla y acabar el viernes batiendo un nuevo récord, siguiendo así los pasos del neoyorquino Dow Jones, que, aunque renqueante, pasó por primera vez por encima de los 12.000 puntos.

    Al cierre de la semana, la sexta consecutiva que vive en positivo el mercado español, su principal indicador, el Ibex-35, se anotó un avance del 0,77 por ciento y acabó en 13.558 puntos, lo que supone una rentabilidad del 26,31 por ciento en lo que va de año, muy superior a la alcanzada por el resto de bolsas internacionales.

    Una vez más, los movimientos empresariales, tanto los confirmados como aquellos que sólo existen en la mente de los más soñadores, se convirtieron en guía y llevaron al parqué a conquistar nuevas metas, a las que los analistas ya no se atreven a poner límite.

    Así, el lunes Repsol fue la encargada de tirar del carro ante la posibilidad de que alguien quería comprar parte de su capital, un pálpito que el martes se convirtió en realidad cuando Sacyr Vallehermoso anunció que se había hecho con cerca del 10 por ciento del capital de la petrolera.

    Entonces, las acciones de la hispano-argentina, que acumularon un descenso del 0,42 por ciento, comenzaron a desinflarse, dado que ahora será más difícil que prospere cualquier opa hostil que se lance sobre ella.

    Tras el bajón del martes, motivado por la caída de la confianza del inversor en la economía almena, y el empujón del Dow Jones el miércoles, constructoras e inmobiliarias tomaron el relevo y tiraron del mercado envueltas en todo tipo de "dimes y diretes".

    Metrovacesa se revalorizó el 18,41 por ciento, debido a la escasez de sus títulos en bolsa y el interés que existe por hacerse con sus acciones para tomar posiciones de cara al desenlace final de la guerra que mantienen Joaquín Rivero y los Sanahuja por lograr el control de la compañía.

    Por su parte, Acciona se anotó una subida del 10,41 por ciento tras informar de que ya se ha asegurado el 20 por ciento de Endesa, con lo que se convertirá en "pieza clave" en el devenir de la eléctrica.

    OHL fue otra de las protagonistas al anunciar su presidente, Juan Miguel Villar Mir, que lanzará una opa por el cien por cien de la compañía a un precio inferior al de mercado, con lo que se asegura que nadie acudirá a una operación a la que se ve obligado por ley y así poder mantener su participación mayoritaria sin infringir la normativa.

    El viernes, las inmobiliarias Astroc, Urbas y Riofisa registraron fuertes repuntes, una vez más envueltas en los ecos que desde hace meses suenan alrededor del proceso de concentración que vive el sector.

    Por su parte, BBVA, que cayó el 1,51 por ciento, y Santander, que bajó el 1,11 por ciento, vivieron la otra cara de la moneda de la "rumorología" y cedieron terreno perjudicados por la no materialización de las cábalas que semanas antes involucraban a los dos bancos en diversas operaciones corporativas, entre las que destaca, por rocambolesca, la fusión entre ambos.

    Ante este panorama de máximos y rumores casi a diario, los expertos se preguntan dónde esta el límite de ambos y si existe alguien o algo capaz de frenar a unos y otros. EFECOM

    atm/chg