Bolsa, mercados y cotizaciones
Tokio vive una sesión sangrienta arrastrada por Wall Street
El índice Nikkei cerró con un retroceso de 1.071 puntos, un 4,73 %, hasta situarse en 21.610,24 puntos, mientras que el segundo indicador, el Topix, que agrupa a los valores de la primera sección, bajó 80,33 puntos, un 4,4 %, hasta las 1.743,41 unidades.
El parqué tokiota abrió en rojo pero la caída se fue intensificando a lo largo de la sesión y llegó perder más de 1.500 puntos y un 7,06 %, su peor bajada intradía en 18 años.
Aunque se recuperó un poco al final de la sesión, el Nikkei registró su peor cierre desde junio de 2016, cuando la victoria del "brexit" en el Reino Unido fulminó los mercados internacionales.
Los inversores en Tokio reaccionaron hoy con pánico al desplome del principal índice neoyorquino, el Dow Jones, que este lunes se dejó un 4,6 % y registró la peor bajada en puntos de su historia, al dejarse 1.175 enteros.
El Nikkei acentuó sus pérdidas después de que la divisa japonesa, el yen, experimentara una temida apreciación frente al dólar estadounidense, una tendencia que perjudica a los exportadores japoneses y que terminó de minar el ánimo de los inversores.
El "billete verde" pasó en pocos minutos de intercambiarse en torno a los 109 yenes a situarse en un pico de 108,62 yenes y arrastró al selectivo de referencia nipón más de un 7 % momentáneamente.
Las compañías del motor vivieron una sesión especialmente dura precisamente por la fortaleza de la divisa local que aceleró las ventas de un sector muy expuesto a las exportaciones.
El líder de los fabricantes de vehículos, Toyota Motor, perdió un 2,9 % mientras que su filial Hino Motors, se dejó un 5,7 %.
Entre los pesos pesados del parqué tokiota, el operador de móviles Softbank perdió un 4,9 %, el gigante textil Fast Retailing, dueño de Uniqlo, cayó un 5,5 % y el grupo financiero UFJ Financial Group, se dejó un 3,7 %.
En la primera sección, 2.027 valores retrocedieron, frente a 35 que avanzaron, mientras que 3 terminaron el día sin cambios.
El volumen de negocio ascendió a 5,648 billones de yenes (42.210 millones de euros), frente a los 3,567 billones de yenes (26.053 millones de euros) de la víspera.