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La FRAVM rechaza el decreto de los pisos turísticos porque favorece su expansión
El responsable de Urbanismo y Vivienda de la FRAVM, Vicente Pérez Quintana, opina que la propuesta de la Comunidad de Madrid en vez de "generar normas y medios que den soluciones" a los vecindarios afectados por el problema, "abre la mano, da más facilidades para que se abran las viviendas de uso turístico".
La FRAVM y la Coordinadora de Asociaciones Vecinales de Centro han presentado hoy sus alegaciones al texto del Ejecutivo de Cristina Cifuentes, que, en su opinión, solo contenta a las plataformas y operadores de las viviendas de uso turístico".
Las entidades vecinales se oponen al borrador porque "suprime la habitualidad, permite el alquiler por habitaciones y establece unos porcentajes excesivos de viviendas turísticas sobre el total de viviendas en los edificios".
Las "habitaciones" no puede considerarse de ninguna manera en el mismo régimen de regulación que las viviendas, ya que las primeras son parte integrante de segundas y carecen, por su propia condición, de las mismas dotaciones y elementos que las últimas, precisan en sus alegaciones.
Respecto al porcentaje de viviendas de uso turístico implantadas en un edificio, la Comunidad de Madrid indica que éste no podrá superar el 75 por ciento del total, aunque el porcentaje se reducirá al 50 por ciento en aquellos inmuebles que pertenezcan a un único propietario.
Los colectivos vecinales opinan que "cuando se establece un porcentaje superior al 50 por ciento se está permitiendo que los vecinos que tienen su vivienda en el edificio se conviertan en minoría y el inmueble se convierta "de facto" en un hotel.
Para las asociaciones vecinales, en los edificios de uso residencial la prioridad debe ser residencial y no terciaria, como derecho fundamental, por lo que deberían rebajarse los porcentajes en todos los casos a menos del 50 por ciento.
También califican de "desproporcionada" la capacidad máxima de ocupación de las viviendas de uso turístico, fijada en cuatro personas para alojamientos entre 25 y 40 metros cuadrados útiles, lo que no se corresponde con los valores de ocupación de los pisos en la Comunidad de Madrid, cuya media es de 2,5 personas por hogar.