Bolsa, mercados y cotizaciones
Otros peligros que amenazan a los mercados mundiales
Víctor Blanco Moro
Con los tipos de interés en mínimos históricos por la falta de inflación, y también los índices de volatilidad en Estados Unidos y Europa tranquilos como nunca se han visto, los riesgos de correcciones en las bolsas no se deben descartar. Los bancos centrales están en pleno cambio de ritmo en sus políticas, algo que podría contribuir a generar inestabilidad en las bolsas, en Europa y EEUU
No sólo las fortaleza del euro es un riesgo para las bolsas europeas. Los peligros que amenazan a los mercados globales siguen presentes, y parecen estar lejos de desaparecer. Con la volatilidad de las bolsas rozando mínimos nunca vistos, tanto en Europa como en Estados Unidos, un hecho que suele anticipar sustos para las bolsas, y los tipos de interés todavía en mínimos históricos en Europa, esta misma semana Deutsche Bank lanzó un informe en el que destaca los principales riesgos que hay en este momento que podrían desencadenar una nueva crisis financiera, un evento que cada vez ocurre con más frecuencia en el mundo, según explica el banco germano. Para facilitar la labor de vigilancia del inversor, la entidad recoge varios puntos que pueden generar problemas a los mercados: desde el Brexit, o el final de los estímulos de los bancos centrales -dos de los riesgos más evidentes ahora para los inversores-, hasta los problemas que tiene Japón para crecer desde hace ya lustros, o los desequilibrios que se han generado en las balanzas comerciales de ciertos países durante los últimos años.
Desde Unicredit destacan cómo "los tres riesgos globales más significativos que vemos en el horizonte son el alto endeudamiento de la economía china, el Brexit y el riesgo de lo que pueda ocurrir entre Corea del Norte y Estados Unidos". Sobre el país, añaden que "la burbuja de crédito, en niveles similares, en el pasado siempre ha desembocado en una importante crisis". Ahora, eso sí, muchos expertos señalan cómo la situación probablemente estará tranquila en China, al menos hasta que termine el Congreso de Partido Comunista del país, que se celebra este mes de octubre. De esta forma, será a partir de ese momento cuando haya que vigilar estrechamente la evolución de la situación en el gigante asiático.
Los bancos centrales, protagonistas
Entre los peligros más claros que hay en este momento, las medidas que adopten o no, los jefes del dinero mundiales tienen especial importancia. Si cambian de rumbo sus políticas, no se puede descartar que los mercados se estresen. Si no lo hacen, tampoco. Todo puede ser un problema, desde generar un taper tantrum en Europa cuando se retiren las compras de deuda, hasta castigar al sector financiero si no se suben los tipos de interés en el momento adecuado. Esto hace que el Banco Central Europeo -BCE- y la Reserva Federal estadounidense -Fed- tengan que andar con pies de plomo durante los próximos meses. Desde Columbia Threadneedle destacan cómo "la acelerada normalización de las políticas de los bancos centrales puede tener graves consecuencias para los activos de riesgo de todo el planeta". No hay que olvidar que un aumento en las rentabilidades que ofrecen los bonos, a medida que el BCE deje de comprar deuda todos los meses -el tapering se espera para el año que viene-, los dejará como una alternativa de inversión atractiva frente a activos de más riesgo, como la bolsa.
Si todo esto se combina con lo largo que está siendo el ciclo de crecimiento económico, como destaca Deutsche Bank, el peligro parece ser mayor, una situación que no se puede separar del hecho de que los índices de bolsa en Wall Street llevan marcando máximos históricos desde mediados de 2016, lo que está encareciendo las valoraciones.
La situación de la banca de Italia es otro de los riesgos que destaca Deutsche Bank, quien además incide en que la deuda del país está por encima del 130 por ciento del PIB. Si bien este porcentaje no es tan elevado como el de China, también conviene tenerlo en cuenta, ya que, además, la elevada exposición de la banca transalpina a créditos de dudoso cobro es un problema adicional a esta situación.
El petróleo ahora rebaja la tensión
Uno de los activos que más ha marcado la evolución de las bolsas durante los últimos años ha sido el oro negro. Sus caídas en los últimos años complicaron el trabajo a los bancos centrales en su búsqueda de inflación y castigaron a las empresas relacionadas con esta industria durante meses, además de forzar desinversiones en todo el mundo por parte de quienes manejan los petrodólares. Sin embargo, al menos por el momento, parece que el crudo no va a dar demasiados sustos al inversor, teniendo en cuenta que ya cotiza rozando los máximos del año -el Brent se movía el viernes, a media sesión estadounidense, en los 56,8 dólares-, y ha recuperado más del 25 por ciento desde los mínimos que se vieron en junio. Los recortes de producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo -OPEP- parecen estar dando resultado, y desde Bloomberg destacan, citando fuentes de la Organización, que podrían ampliarse en el tiempo.