KBL refuerza el negocio de banca privada sin producto propio

La digitalización del mundo financiero ha llegado también al sector de banca privada. KBL European Private Bankers, entidad que se dedica en exclusiva a la banca privada y gestión de patrimonios y que cuenta con 60.500 millones de euros en activos bajo gestión, ha implementado una nueva plataforma digital que le permitirá ofrecer a sus clientes un servicio de valor añadido.

El anuncio de esta nueva plataforma, que busca garantizar una mayor seguridad y protección de sus inversiones, se produce cuando apenas queda un mes para que España transponga la Directiva europea Mifid II, una norma que amaga con provocar cambios importantes en todas la industria financiera. En este contexto, Rafael Grau, consejero delegado de KBL España, propiedad de KBL European Private Bankers, asegura que la nueva directiva europea "presenta grandes oportunidades" y va a servir para perfilar cómo hace cada entidad las cosas. Respecto a su caso asegura que "KBL es una entidad totalmente independiente y no hay campaña para vender productos propios, aunque los tengamos". Grau no duda en afirmar "que un banco privado gana con las retrocesiones de fondos menos que las entidades que comercializan en un 80 por ciento solo sus propios productos".

Una de las claves de lo que va a ocurrir, explica Grau, va a estar en distinguir entre los bancos que como KBL solo hacen banca privada de otros en los que este segmento es solo una parte de su negocio. "Solo hacemos banca privada y, de hecho, somos la única filial de KBL European Private Bankers que hemos crecido todos los años incluso sin haber realizado para ello ninguna adquisición", apunta Grau, que lleva dedicándose a este negocio muchos años, ya que antes de en KBL trabajaba en Urquijo, la escuela de muchos de los mejores banqueros privados que hay hoy en España y, de hecho, la historia de KBL no puede entenderse sin el Urquijo.

El banco luxemburgués fue accionista del Urquijo hasta el año 2006, cuando lo vendió a Sabadell. Cinco años más tarde retomó su actividad en España con la apertura de una sucursal y desde entonces, y pese a la fuerte diversificación del negocio en la que está inmersa el sector financiero, KBL solo ha desarrollado en España un negocio exclusivo en banca privada y no esperan variar su estrategia. Así, para el segmento de gestión de patrimonios optan por la arquitectura abierta ya que trabajan con las principales gestoras nacionales e internacionales.

Sin embargo, Grau insiste en que la gestión patrimonio no es lo que define a una entidad de banca privada puesto que "es algo mucho más amplio, ya que también se trata de dar apoyo fiscal y patrimonial y ser muy honesto con el cliente". Más ahora en el que la transparencia en esa relación banquero/cliente no hará otra cosa que ir en aumento cuando entre en vigor Mifid II.