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No entraba tanto dinero en activos financieros desde 2007



    Las familias españolas emplearon 39.192 millones de euros en la adquisición de distintos productos de ahorro en 2016. La cifra más alta desde los 62.200 millones que se dedicaron en 2007, antes del estallido de la crisis de las subprime, a activos diferentes a la vivienda.

    Las familias españolas cada vez destinan más dinero a la adquisición de productos financieros. Según los últimos datos publicados por Inverco, correspondientes al cierre de 2016, estas invirtieron 39.192 millones de euros en depósitos y efectivo, instituciones de inversión colectiva, así como en seguros y entidades de previsión social. Se trata de la cifra más elevada de los últimos nueve años, entonces dedicaron más de 62.200 millones de euros a la compra de activos financieros. El aumento de éstos y el proceso de desendeudamiento en el que los hogares están inmersos ha impulsado la riqueza financiera neta hasta los 1,32 billones de euros (nuevo máximo histórico).

    Buena parte del dinero nuevo que se canalizó hacia los activos financieros en 2016 fue a parar a los depósitos transferibles, donde se incluyen todas las cuentas de disponibilidad inmediata, como libretas de ahorro o cuentas a la vista. Ahí entraron más de 76.700 millones de euros, en contraste con las salidas superiores a los 58.400 millones de euros que se vieron en los depósitos a plazo, cuyas rentabilidades continúan en mínimos históricos del 0,1 por ciento. El ahorro de las familias españolas se dirigió también hacia los fondos de inversión y sicavs, donde entraron otros 16.800 millones el año pasado (la mitad que en 2015) y hacia algunos tipos de seguros, como los de vida o los productos de previsión social vascos (EPSV), donde hubo flujos positivos por valor de 13.089 millones de euros.

    En cambio, donde dieron marcha atrás a grandes rasgos, además de en los depósitos a plazo, fue en la compra directa de acciones y títulos de renta fija, de donde salieron más de 2.900 millones de euros; y de los fondos de pensiones, con la retirada de 258 millones.

    En cualquier caso, el aumento de los activos financieros unido a que las familias españolas continúan desendeudándose (sus pasivos financieros ya representan menos del 70 por ciento del PIB nacional frente al 88 por ciento que llegó a suponer en 2010) ha propiciado que la riqueza financiera neta crezca un 3,1 por ciento respecto a 2015 y marque un nuevo máximo histórico, en los 1,32 billones de euros.

    Cómo queda la estructura

    Pese a la pérdida de protagonismo de los depósitos a plazo en los últimos años en la estructura del ahorro -en 2012 acaparaban el 25,3 por ciento del total del ahorro financiero-, siguen siendo éstos junto a los depósitos transferibles y el efectivo los que más peso tienen sobre ella. Entre los tres acapararon el 41,2 por ciento del ahorro financiero en 2016 que, aunque sigue siendo una cifra elevada, se aleja de los máximos alcanzados en 2010, cuando representaban el 48,2 por ciento.

    Por el contrario, quienes continúan ganando terreno poco a poco son las instituciones de inversión colectiva, que ya suponen un 12,6 por ciento del total y los seguros, que acaparan el 11,4 por ciento del ahorro financiero en un momento en el que las aseguradoras están empezando a resucitar algunos de sus productos con más riesgo, como los unit linked, para ofrecer alternativas más atractivas en un entorno de tipos cero. La compra directa de acciones y renta fija pierde peso, por el contrario, hasta simbolizar el 27,2 por ciento.