Bolsa, mercados y cotizaciones
FACUA rechaza el rescate de las autopistas en quiebra para volver a licitarlas
El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha opinado hoy que las nueve autopistas de peaje ahora en quiebra "son viables", ya que alguna ha incrementado sus tráficos cerca de un 20 %, siempre que no se considere la "mochila que tienen", en referencia a la deuda que soportan.
Respecto a la asunción por el Estado de estas vías en concurso de acreedores, De la Serna ha explicado que en el caso de que ello ocurra la Sociedad Estatal de Infraestructuras Terrestres (Seitsa) se encargará de la gestión para posteriormente llevar a cabo su relicitación.
FACUA ha tildado de "despropósito" esta intención de Fomento de "atender la responsabilidad patrimonial de la administración que se derive del rescate" y volver a sacar a licitación estas infraestructuras "una vez saneadas, para que empresas privadas siguieran explotándolas", según un comunicado.
La asociación de consumidores ha recordado que sería la segunda vez que el Estado acude al rescate de las autopistas de peaje, pues en 1984 "se hizo una nacionalización similar para salvar prácticamente a los mismos concesionarios que ahora piden ayuda: bancos y constructoras".
"Una vez que se sanearon las cuentas y se actualizaron las infraestructuras, en 2003, cuando las autopistas volvían a dar beneficios, se ofrecieron en concesión", ha añadido.
FACUA considera "indignante" que, "una vez más", los ciudadanos "tengan que asumir las pérdidas de las empresas que no han sabido gestionar sus activos" y sostiene que el Gobierno "vuelve a priorizar la salvaguarda de los intereses de grandes empresas frente a las necesidades de la mayoría de los ciudadanos".
Esta organización muestra su "total rechazo" a que el Ejecutivo asuma las pérdidas de estas carreteras en quiebra "porque los seis bancos más importantes: Santander, Bankia, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Banco Popular y las principales constructoras que las hicieron sobreestimaron su tráfico, que ha caído en más del 50 % en los últimos años, así como por sobrecostes derivados de las expropiaciones de los terrenos que atraviesan las vías y debido a obras inesperadas".