Bolsa, mercados y cotizaciones
Si el 'mono' hubiese invertido al azar este año, batiría en un 50% al Ibex
Esta teoría surgió en 1973 cuando en el libro "Una caminata aleatoria por Wall Street", Burton Gordon Malkiel escribió que cualquier mono con los ojos vendados y lanzando dardos a las páginas financieras de un periódico podría escoger una cartera que diera retornos parecidos a los escogidos minuciosamente por los mejores analistas de mercado.
Wall Street Journal recogió el testigo de esta afirmación, y después de un primer envite favorable al mono, la teoría se desvaneció como un castillo de naipes.
Locuras de un mercado alcista
Para que el mono se imponga al mercado se necesitan años de una bolsa alcista incontestable en el que la elección indiscriminada de valores pueda con un motor mucho más exitoso a largo plazo como es la selección de calidad.
Ésta consiste en escoger títulos por criterios como son un mayor crecimiento que la media de mercado; la eficacia con la que gestionan sus recursos las compañías; la presentación de un cambio estratégico encaminado a crear valor; la expectativa de tomar posiciones en compañías que se puedan aprovechar por un movimiento corporativo; su elevada rentabilidad por dividendo...
En definitiva, argumentos lógicos que hacen que en condiciones normales si un Fórmula 1 se enfrente a un utilitario siempre le gane. Aunque, con un mercado incontrolado como el actual, la elección al azar de valores puede batir con brutalidad a la de calidad.
34 céntimos por cada euro
Si el mono hubiese hecho una cartera al azar sin lógica alguna se estaría poniendo las botas. Comprar un euro de todas las compañías de la bolsa en enero habría generado una plusvalía en lo que llevamos del año de 34 céntimos, un 51 por ciento más de lo que sube nuestro principal índice de bolsa.
Mientras el Ibex 35 ha ganado en 2006 un 22,5 por ciento, la media de los valores del Índice General de la Bolsa de Madrid se anota un 34 por ciento. Esta subida tan contundente se ha producido porque sólo el 15 por ciento de las compañías acumulan pérdidas en el año -importantes en los casos de Jazztel y Eads- y porque dos docenas de valores suben más de un 50 por ciento. Eso sí, si el azar no hubiera llevado al mono a señalar inmobiliarias, que han duplicado su precio por razones que se escapan al mercado (ver cuadro de rentabilidades en 2006), hablaríamos de otra cosa.