Bolsa, mercados y cotizaciones

Trump reaviva una nueva era de boicots y presión a las empresas de EEUU


    José Luis de Haro

    A 10 días de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, jure oficialmente su cargo, el clima empresarial a este lado del Atlántico sigue enrareciéndose a golpe de Twitter y la tensión social que experimenta el país. No es para menos. Desde que conocimos el resultado de las elecciones del pasado 8 de noviembre un sinfín de compañías patrias se han visto perjudicadas, bien por su apoyo al republicano o bien por los ataques de este a través de sus impulsivos tuits.

    La lista es extensa. En la última semana y aprovechando la celebración del Salón Internacional del Automóvil en Detroit, compañías como General Motors, Ford, Toyota y Fiat Chrysler Automobile han protagonizado de forma directa o implícita las presiones del multimillonario empresario, quien mañana ofrecerá una rueda de prensa antes de oficializar su cargo de presidente el próximo 20 de enero. Previamente fueron fabricantes aeronáuticos como Boeing y Lockheed Martin y durante su campaña electoral, Trump atacó a compañías como Amazon y Apple.

    Al mismo tiempo, las compañías que han mostrado su apoyo al presidente electo también han salido escaldadas. Sólo hay que recordar las declaraciones de un portavoz de New Balance al Wall Street Journal la noche de su victoria electoral. "Creemos que con la victoria de Trump, la cosas se moverán en el camino correcto", dijo en relación con la política comercial del republicano. Unas declaraciones que se dejaron sentir entre muchos consumidores, quienes optaron por quemar las zapatillas del fabricante de ropa deportiva.

    New Balance no ha sido la única compañía afectada por la polarización social que existe en EEUU desde el pasado noviembre. El impacto de las noticias falsas y los rumores sobre que Indra Nooyi, la consejera delegada de Pepsi había impuesto trabas a los votantes de Trump, también generaron algo de polémica para el fabricante de refrescos. Semanas más tarde, el fabricante de cereales Kellogg´s se convirtió en el objetivo de muchos conservadores después de que la compañía decidiera retirar su publicidad de Breitbart News, el portal de la derecha alternativa, co-fundado por el no menos polémico Steve Bannon, quien será estratega jefe de la Casa Blanca.

    "Por lo general los boicots tienen un valor más simbólico que un impacto económico", avisa el profesor Maurice Schweitzer, profesor en la Escuela de Negocios de Wharton.

    Dicho esto, un estudio realizado por Brayden King, profesor de la Escuela de Gestión Kellogg, estima tras analizar los boicots de alto perfil contra compañías cotizadas entre 1990 y 2005, donde se incluyen algunos sonados como el Greenpeace contra Shell o el de Nike por las condiciones laborales de sus fábricas en el extranjero, que las acciones de dichas compañías cayeron siempre que las empresas fueron mencionadas en los medios de comunicación. De todas formas, también determinó que el impacto en las ventas de las protestas y boicots fue sólo residual. Aún así, la mala publicidad y la preocupación de los inversores son factores suficientes para hacer mella en las compañías afectadas por esta clase de ataques.

    En el caso de Kellogg´s y Pepsi, sus títulos han caído un 4,11% y un 5,93% por ciento respectivamente desde el resultado de las elección. Sin embargo, otras compañías que han protagonizado titulares desde entonces por intercesión del presidente electo, como Boeing o Lockheed Martin han visto como sus acciones se han disparado un 12% y un 8% respectivamente. En el caso de las automovilísticas, sus títulos han repuntado con fuerza desde el pasado 8 de noviembre, con GM acumulando una rentabilidad del 15%, Ford del 11% y Toyota del 5,3%.

    Tras las reprimendas de Trump a un amplio grupo de empresas, los resultados no se han hecho esperar. Justo el día que el presidente electo atacaba a GM, Ford anunciaba su intención de frenar la inversión de 1.600 millones de dólares en una nueva planta en México. Durante la jornada del lunes, Fiat Chrysler Automobile anunciaba una nueva inversión en sus operaciones americanas y Apple planea expandir sus operaciones en Arizona según un documento al que tuvo acceso Business Insider, donde planea llevar a cabo producción de alta tecnología.