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Trump pone en riesgo 27.000 millones firmados entre Airbus e Irán


    Daniel Yebra

    Las consecuencias del desembarco de Donald Trump en la Casa Blanca y del nuevo rumbo que tomarán las relaciones exteriores de Estados Unidos bajo su mandato atañen directamente a Airbus. El conglomerado aeroespacial europeo empezó el año anunciando un contrato con Irán para el suministro de 114 aeronaves al que podría verse obligado a renunciar o, al menos, a renegociarlo.

    El acuerdo se firmó en enero por 27.000 millones de euros, según recoge Bloomberg. Esta cifra, que ahora está en juego, representa un 2,7 por ciento de la cartera de pedidos actual de la compañía con sede en Toulouse. El contrato entre Airbus y el Gobierno iraní fue uno de los primeros anuncios relevantes a nivel comercial tras el levantamiento de las sanciones internacionales que iba incluido en el pacto por el que Irán se comprometió con las grandes potencias a limitar su programa nuclear.

    Este histórico acuerdo podría romperse y junto él también el pedido a Airbus con la llegada del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos. "Un bloqueo por parte del Congreso -que ha pasado a controlar el partido de Donald Trump- a los acuerdos de venta de aeronaves con Irán generará incertidumbre para la compañía", reconoce el equipo de analistas de Banco Sabadell.

    "Incluso en el caso de que no se bloqueara ahora, el hecho de que Donald Trump quiera renegociar el pacto nuclear podría implicar variaciones significativas o incluso la cancelación del mismo", continúa la entidad catalana.

    Airbus suma un nuevo problema a los que se han proliferando a lo largo del año. JP Morgan enumera dos principales: "Por un lado, están los dificultades de ejecución, por otro, el peor momento de la industria de la aviación mundial".

    Entre los retrasos más relevantes destacan los que tienen que ver con la aeronave militar A400M, afectado por sobrecostes, las dificultades que atraviesan modelos grandes como el A350 y el A380, los bajos márgenes de la división de helicópteros y la lenta transición hacia la última versión de su best seller, el A320.

    Respecto al complicado contexto que atraviesa el sector, la firma norteamericana alude por una parte "a la menor demanda de nuevas y más eficientes aeronaves por la caída del precio del petróleo" y, también, "a la reducción del tráfico aéreo en Europa y en Estados Unidos debido al riesgo terrorista y al trauma del Brexit", lo que cobra relevancia porque el 78 por ciento del ebit (beneficio operativo) del grupo depende del segmento de aviación comercial.

    Banco Sabadell incide en "el modelo de negocio de Airbus es a largo plazo y éste no está ni mucho menos cuestionado por problemas puntuales". Eso sí, las dificultades han cotizado en bolsa. Sus acciones retroceden un 10 por ciento en lo que va de año y un 16 por ciento desde los máximos históricos que conquistó el año pasado.

    Actualmente, casi un 70 por ciento de los analistas que siguen su cotización recomiendan comprar los títulos del grupo aeroespacial, a los que conceden un potencial alcista del 15 por ciento hasta los 64,4 euros en los que sitúan su precio objetivo de cara a los próximos 12 meses.

    A350, clave

    Airbus logró aparcar las incertidumbres y repuntó más de un 4 por ciento este lunes, ofreciendo una señal de compra por técnico, después de anunciar que cumplirá con el objetivo de producir 60 aeronaves A350 al mes. Una meta que se había puesto en duda. La consistencia de su negocio, en cuasioligopolio con Boeing, convierten al grupo en un valor en el que pensar a largo plazo, lo que le mantiene en el radar de elMonitor.