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Apple y la biotecnología dejan de ser un impulso para el beneficio del S&P 500

  • Han restado crecimiento de ganancias al índice en los tres últimos trimestres
  • Apple no recuperará sus beneficios de 2015 hasta el año 2018

Carlos Jaramillo

Durante los últimos años, la biotecnología y Apple han sido dos contribuyentes fundamentales para el crecimiento del beneficio por acción (bpa) del S&P 500. Sin embargo, la época dorada del fabricante del iPhone y del subsector parece haber llegado a su fin y su contribución al aumento de las ganancias del índice se encuentra en sus horas más bajas.

Desde el año 2013 tanto la compañía de la manzana como el segmento de la biotecnología habían sumado al crecimiento del bpa del S&P 500 (ver gráfico), una tendencia que se ha acabado este mismo año. En el primer trimestre del año restaron 0,4 puntos porcentuales de subida de beneficio y 0,5 puntos porcentuales tanto en segundo como en el tercer trimestre, según los datos recogidos por RBC Capital Markets.

Desde la entidad canadiense explican que "Apple y la biotecnología han apoyado el fuerte crecimiento durante los últimos años y es probable que sean menos importantes en el futuro". Ante la falta de apoyo de este tipo de compañías, según los datos de la entidad americana, las ganancias por acción del índice norteamericano crecerán de manera modesta este año, un 3,4%.

El caso de Apple

En este contexto, las dificultades de Apple para alcanzar el nivel récord de ganancias del pasado año penalizarán fuertemente al índice. Los analistas esperan que el bpa de la compañía retroceda este año casi un 15% y no prevén que recupere el nivel de ganancias del pasado ejercicio hasta 2018, año en el que se espera que su beneficio por acción supere por primera vez los 10 dólares.

Las ganancias del sector tecnológico crecerán algo más de un 9%, pero excluyendo a la firma presidida por Tim Cook el beneficio del segmento suben un 15,3%. "Las fuertes ventas en el año 2015 han hecho que caigan las de 2016, pero las mejoras deberían llegar los dos próximos años [solo el iPhone supone el 63% de los ingresos]", señalan en UBS.

De este modo, desde la entidad helvética creen que la compañía "podría necesitar nuevos productos para entusiasmar a los inversores". Así, consideran que "la mejor manera de entender la empresa es como una plataforma que merece una valoración a medio camino de la de las acciones de firmas de ordenadores y plataformas puramente de software como Alphabet".

La biotecnología

El peso de la biotecnología dentro del sector de la salud es mucho más elevado en Estados Unidos que en el resto del mundo -supone el 20% por capitalización, frente al 9% que implica a nivel internacional-, por lo que sus problemas se reflejan más en el índice. En lo que va de año el segmento ha sufrido un retroceso de más del 9%, mientras que el S&P 500 se revaloriza algo más del 5,5%.

Así, ante las peores perspectivas de crecimiento para las firmas del sector los inversores se han vuelto más exigentes con las empresas del segmento. Según los datos recopilados por Barclays, la biotecnología es el subsector más barato dentro del sector de la salud, ya que su PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) con las ganancias de los próximos 12 meses se sitúa en torno a las 11 veces.

De este modo, desde el año 2015 esta ratio ha retrocedido en 6 puntos. "Durante un periodo largo de tiempo el declive en las valoraciones para la biotecnología ha coincidido con las revisiones negativas de las previsiones de beneficio", explican desde la entidad británica.

De hecho, desde que comenzó el año las previsiones de beneficio de 2016 de las compañías biotecnológicas del S&P 500 han retrocedido de media un 13,5% y las del próximo ejercicio lo han hecho un 17%. En cualquier caso, las perspectivas del sector de la biotecnología han estado muy perjudicadas por la amenaza que suponía una victoria de Hillary Clinton en la carrera electoral frente a Donald Trump. De hecho, desde que se supo el resultado de las elecciones, el segmento se apunta una subida cercana al 8%.

Así, desde Bank of America Merrill Lynch apuntan que "la amenaza sobre la valoración de la biotecnología y las farmacéuticas podría ser levantada al haber un menor escrutinio de los precios bajo el gobierno de Donald Trump".

En esta misma línea, el equipo de análisis de Credit Suisse considera que "el republicano es visto como menos oneroso para el precio de los medicamentos que Hillary Clinton". Asimismo, desde Morgan Stanley creen que "la victoria de Trump puede suavizar el impacto sobre los precios de las farmacéuticas. Hillary Clinton ha sido vista de manera general como un riesgo mayor por haber sido crítica con el sector durante 25 años".