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El fin de una correlación casi eterna: acciones y bonos soberanos firman el 'divorcio'
elEconomista.es
Durante la mayor parte del tiempo transcurrido entre los siglos XVIII y XX, los bonos soberanos y las acciones han guardado una correlación positiva. Cuando el precio de las acciones caía, el precio de los bonos también se reducía. Y dado que el rendimiento de los bonos es inverso a sus precios. Sin embargo, según explican desde el Banco de Inglaterra (BoE por sus siglas en inglés), esta correlación positiva de los precios de ambos activos se ha transformado en negativa.
Sin embargo, esta correlación ha comenzado a dejar de funcionar a mediados de la primera década de los 2000. Mark Roberts-Sklar, de la división de análisis financiero del BoE, explica que los bonos soberanos se han convertido en un activo de cobertura contra el riesgo. "La última vez que la correlación estuvo cerca de cero durante un prologando periodo de tiempo fue durante la larga depresión de finales del siglo XIX".
Esa depresión económica se estima que duró alrededor de 23 años. Dio comienzo en 1873 y no terminó hasta 1896 en Europa y EEUU, dos regiones que habían disfrutado de un fuerte crecimiento económico durante los años anteriores, gracias a la Segunda Revolución Industrial y a la burbuja de los ferrocarriles. Este sector absorbió gran parte de la expansión crediticia que al final desembocó en una crisis bancaria y acabó de forma temporal con la correlación positiva entre bonos soberanos y acciones.
En esta ocasión, este experto del Banco de Inglaterra cree que "este cambio en la correlación entre acciones y bonos es reflejo de la menor preocupación de los inversores por la inflación... La introducción de unos objetivos de inflación creíbles que han ayudado a anclar las expectativas de los precios y han reducido los riesgos de sufrir una inflación elevada".
Al mismo tiempo, se ha producido un cambio importante en el criterio de los inversores, "que ahora demandan más activos seguros. Esta tendencia se ha amplificado durante la última crisis financiera, en la que se ha producido un episodio conocido como flight to safety (movimiento de capitales de activos de riesgo hacia activos más seguros)".
Este experto también cree que las políticas monetarias expansivas de los últimos tiempos y, sobre todo, los programas de compras de activos "podría suponer un cambio del comportamiento de los bonos a largo plazo respecto a periodos anteriores".