Bolsa, mercados y cotizaciones
Inditex, el valor que siempre parece caro y nunca lo es
Hace más de 40 años que se abrió el primer 'Zara'. Amancio Ortega iniciaba una aventura que lo llevaría a controlar la mayor empresa de España, un gigante que roza los 100.000 millones de valor bursátil cuyo beneficio crece a ritmo de doble dígito.
Mucho ha llovido desde que un veinteañero Amancio Ortega Gaona fabricaba batas en La Coruña. Lo hacía bajo la firma Confecciones GOA, la primera empresa que fundó, a la que denominó con sus propias iniciales, pero en orden inverso. Aquel sería el germen de lo que hoy es Inditex, un imperio cuyo valor bursátil está al filo de los 100.000 millones (ayer perdió ese nivel). Es, de lejos, la compañía más grande del Ibex 35; tras ella hallamos al Santander, que no alcanza los 60.000 millones.
El valor encandila a los analistas: la recomendación que sobre él emite el consenso de expertos que recoge FactSet es un comprar. Un consejo que no ha hecho sino mejorar en 2016, año en el que el grupo de Arteixo -que sube un 3 por ciento en bolsa mientras el Ibex cede un 8 por ciento- ha visto cómo las estimaciones de los analistas seguían anticipando nuevos récord de beneficios.
Sus ganancias (que están engordando a un ritmo de doble dígito) alcanzarán los 3.200 millones de euros en 2016 y superarán los 3.600 el año que viene, según las previsiones. Para conseguirlo, una de las principales bazas de Inditex son sus elevados márgenes -del 13 por ciento-, una ratio en la que siempre ha llevado la delantera a su principal rival, la sueca H&M.
Otra de las fortalezas del conglomerado, que aglutina a las marcas Zara -su buque insignia-, Pull & Bear, Massimo Dutti, Bershka, Stradivarius, Oysho y Uterqüe- es su abultada caja. Mientras que a otras cotizadas del Ibex las asfixia su deuda, Inditex luce una tesorería cercana a los 6.000 millones.
El regreso al Eco10
2016 también ha supuesto el regreso del grupo presidido por Pablo Isla al Eco10, el índice de ideas de inversión de calidad elaborado por elEconomista, un selectivo que había abandonado a finales de 2015. Y este traje le sienta bien. El grupo volvió al indicador el pasado marzo, y desde entonces se anota un 8 por ciento en el parqué, mientras que, en el mismo periodo, el Ibex avanza un tímido 1 por ciento. No sólo eso: en la última revisión ha sido, por vez primera, el valor con más peso en las carteras.
Entre sus puntos débiles encontramos lo cara que cotiza: lo hace con un PER (número de veces que el beneficio está recogido en el precio) de 29 veces, lo que lo convierte en una de las más caras del Ibex. Por explicarlo con sencillez, esa ratio indica que, en el hipotético caso de que Inditex repartiese todo su beneficio entre sus accionistas, éstos tardarían 29 años en recuperar el dinero invertido en la acción.
En lo relativo a la retribución, los pagos de Inditex ofrecen una rentabilidad del 2 por ciento en 2016. La próxima entrega tendrá lugar el próximo 2 de noviembre. Ese día, el grupo repartirá dos dividendos por un importe total de 0,3 euros por título, que rentan un 0,9 por ciento. Para cobrarlos, es preciso tener los títulos en cartera el viernes 28 de octubre. De estos dividendos, Amancio Ortega se lleva un buen mordisco: es dueño de algo más del 50 por ciento del grupo a través de su brazo inversor, Pontegadea.