Bolsa, mercados y cotizaciones

Las sicavs son más baratas que los fondos


    Arantxa Rubio

    La comisión de gestión media es del 0,56 por ciento, por debajo del 1,21 por ciento que soportan los productos mixtos. La razón, según los expertos, es el mayor poder de decisión de estas sociedades y su menor comercialización. No es su única ventaja, un accionista tiene tres oportunidades al día para suscribir o reembolsar una sicav, frente a la única ocasión que se presenta en fondos.

    Otra vez en el punto de mira. Tras haber sido objeto de debate político en los últimos meses, las sicav ocupan también un espacio en las 150 propuestas que han acordado el Partido Popular y Ciudadanos en su pacto de investidura: el PP pretende que sus accionistas tengan un 0,55 por ciento del patrimonio y C's quiere que su supervisión pase de la CNMV a la Agencia Tributaria. La medida de los populares no es entendida por la industria, porque aleja al inversor particular de productos más rentables y baratos.

    La realidad es que estos vehículos ni son solo para ricos ni una excusa para evadir impuestos. No hay que tener seis dígitos en la cuenta bancaria para invertir en una, ya que cualquier inversor puede acudir al Mercado Alternativo Bursatil (MAB) y comprar una acción que, a día de hoy, equivale de media a 10 euros. Una cantidad que, si entrara en vigor la propuesta del PP, se elevaría hasta los 54.000 euros. Algunos, no obstante, confían en que la norma "será para las sicavs de nueva creación y no afectará a las que ya sean equiparables a un fondo (al tener más de 500 partícipes)", espera Marta Zárate, responsable de desarrollo de negocio de Lierde Sicav, la sicav en la que César Alierta invierte junto a más de 900 inversores.

    Por eso, no es de extrañar que sea la propia industria quien se haya puesto en pie de guerra contra el cambio. En primer lugar, porque levantaría una barrera para el inversor minoritario y, en segundo, porque estos vehículos de inversión gozan de algunas ventajas con respecto a los fondos.

    Si se comparan con los mixtos (el 99 por ciento de las sicavs pertenecen a esta categoría) las sicav soportan comisiones mucho más bajas: según Morningstar, el coste medio de gestión anual se eleva hasta el 1,21 por ciento en los primeros, mientras que se reduce hasta el 0,56 por ciento en las últimas. Entre otras cuestiones "porque la mayoría se han formado en base a un patrimonio familiar y se cuidan bastante de no poner unas comisiones tan altas como en fondos", explica Fernando Luque, editor senior de Morningstar. Claro que también tiene mucho que ver el coste de distribución: "Normalmente, las sicav no se comercializan masivamente, mientras que los fondos sí", añade. Pero, además, "cuando se crea una sicav son los accionistas quienes negocian las condiciones, mientras que en el fondo es la gestora. Como su ingreso es la comisión de gestión, cuanto mayor sea, más gana", critica Xavier Brun, gestor de Solventis Eos.

    Las normas de constitución son parecidas, pero no iguales: para una sicav se exigen 2,4 millones y para los fondos 3 millones; y en ambos casos 100 miembros mínimos, que se llaman accionistas en las sicav al ser sociedades anónimas y partícipes en los fondos. En realidad, la principal diferencia entre fondos y sicav es el control de la inversión por parte de los inversores. "En las sicavs el accionista tiene mayor poder de decisión", afirma Christian Torres, socio director de Solventis y gestor de Solventis Eos; entre otras cuestiones, porque "la sicav tiene que realizar obligatoriamente una Junta de Accionistas anual con aprobación de cuentas, etc., al igual que cualquier empresa mercantil", añade. No es lo único, a nivel liquidez, estas sociedades tienen incluso un plus de flexibilidad frente a los fondos. En estos últimos solo es posible su suscripción o reembolso una vez al día [a precio de su valor liquidativo del cierre del día posterior a la orden] y en las sicav el accionista tiene hasta tres oportunidades de poder comprar o vender el vehículo de inversión: "A las 12:00 y a las 14:00 bajo la modalidad de subasta, e igual que un fondo a las 17:30 a valor liquidativo", concreta Torres.

    Gemelos fiscales

    En lo que no se distinguen es en su fiscalidad. "Son gemelos fiscalmente hablando", recalca Luis Urquijo, director de inversiones de Ábaco Capital. Mientras se mantengan las participaciones, tributan por el 1 por ciento de los beneficios en el Impuesto sobre Sociedades, además de diferir el pago sobre las plusvalías en el IRPF. Y, cuando se vendan las participaciones, tributan como ganancias patrimoniales (al 19 por ciento, 21 por ciento y 23 por ciento). Es más, a pesar de la demonización de estos vehículos España es, según los datos de Inverco, el tercer país más restrictivo de Europa, ya que es el único que, junto con Portugal y Noruega, está sometido a esta tributación, mientras en otros 19 países estos vehículos están exentos. "Hay mucha demagogia en este país y estamos yendo en contra de la normativa en Europa. Si lo tocan, se irá el dinero fuera de España, a Luxembugo o Irlanda", advierte Jacobo Blanquer, consejero delegado de Tressis Gestión.