Bolsa, mercados y cotizaciones
El acuerdo entre PP y Ciudadanos amenaza con impedir a los inversores el acceso a las sicavs
- Un porcentaje mínimo de posesión restringe la entrada a particulares
Arantxa Rubio
El pacto firmado por el Partido Popular y Ciudadanos ha convertido el posible tijeretazo al número de mariachis -inversores insignificantes- de las sicavs en una realidad. Si finalmente gobiernan, el centenar de accionistas [el mínimo obligatorio] de estas sociedades deberá poseer, como mínimo, el 0,55% del capital cada uno.
Una medida que limita la posesión del partícipe mayoritario al 45,55% del capital y con la que el inversor particular es quien sale más perjudicado al perder el acceso a productos de mayor calidad de los que ofrece el mercado. El otro gran cambio es la supervisión: lo regulará la Agencia Tributaria, en lugar de la CNMV, como ocurre ahora.
Son muchas las voces que, desde la propia industria, critican esta propuesta. José Sánchez, presidente de Smart Social Sicav [creada en la red social de finanzas Unience], la califica como una "propuesta legislativa absurda". No es el único. Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, asegura que "lo que van a conseguir con esta medida es que las sicavs se marchen a Luxemburgo aunque algunas estén optando en los últimos meses por convertirse en fondos. Se consigue el efecto contrario, ya que supone elevar mucho la inversión mínima para invertir en una sicav cuando hasta ahora todo el mundo lo podía comprar en el MAB", apostilla.
Lo demuestra un ejemplo. Ahora, cualquiera puede invertir en ellas desde una participación. En el caso de Torrenova Inversiones, la mayor sociedad registrada en España, ésta equivale a 10 euros según su último valor liquidativo; un peaje que ascendería hasta 7 millones de entrar en vigor esta norma. Además, las trabas vienen, precisamente, cuando estos productos empezaban a abrirse al particular.
Adiós a los 'mariachis'
Sobre el papel, el objetivo de los partidos políticos es devolver a estos instrumentos la naturaleza colectiva para la que fueron creados. "El debate es quiénes han utilizado un producto de inversión colectiva como un producto de ahorro personal", critica Luis Urquijo, director de inversiones de Ábaco Capital y gestor de La Muza Inversiones. Y es que, en muchas de ellas, "son unos pocos quienes realmente aportan el capital y luego hay otros inversores que son meramente nominativos". Estos últimos son denominados mariachis en el mundo financiero.
Existen 3.312 sicavs en España y, de ellas, solo 24 aglutinan a más de 500 inversores. Esto significa que tan solo existe un 1% que funciona exactamente igual que un fondo de inversión, según datos de Morningstar. La ley exige que las sicavs reúnan al menos esa cantidad para que sus inversores puedan beneficiarse de la ventaja fiscal que tanto gusta de los fondos de inversión: la que permite que los traspasos no tributen por las plusvalías generadas hasta el momento del rescate. El 99% restante, no goza de esta prebenda.
Tributan igual que los fondos
Las sicavs cuentan con el mismo tratamiento fiscal que los fondos de inversión al tributar por el 1% de los beneficios en el Impuesto sobre Sociedades, además de diferir el pago sobre las plusvalías en el IRPF y cuando se vendan las participaciones tributan como ganancias patrimoniales (al 19%, 21% y 23%). Fernando Luque, editor senior de Morningstar, arguye que "es absurdo lo que proponen". Para el experto, "una sicav siempre tiene que tener el mismo tratamiento fiscal que un fondo. Si se cumple esta propuesta va a generar muchos problemas para quien ya tenga dinero invertido en una sicav, sobre todo para los pequeños ahorradores".