Bolsa, mercados y cotizaciones

Iberdrola luce la mejor recomendación desde 2009 y se acerca a la 'compra'

  • En el lado opuesto, Endesa es el peor consejo del sector
  • Las 'utilities' españolas suben un 3,6% en bolsa desde el 'Brexit'

Tania R. Cruybeeck, Carlos Jaramillo

Desde que se conociese la decisión de Reino Unido de abandonar la UE, el carácter defensivo de las utilities españolas les ha servido para batir al mercado, incluso teniendo en algún caso exposición directa a la región. Así, desde el 23 de junio Endesa se apunta una subida de casi un 5,3%, Gas Natural asciende un 2,8% e Iberdrola se eleva un 2,9%. Sin embargo, la salud de la que gozan difiere sustancialmente.

Mientras Iberdrola es la preferida de los analistas y roza la recomendación de compra, Endesa es un vender y tiene uno de sus peores consejos desde 2010. De hecho, han pasado 7 años desde que la eléctrica española Iberdrola no conseguía un porcentaje de recomendación de compra por parte del consenso de analistas tan alto: un 55%, frente al 67% de 2009. Por contra, solo el 18% de los expertos aconseja adquirir los títulos de Endesa.  

A pesar de los temores del mercado sobre Iberdrola por su exposición a Reino Unido, el Brexit ha servido para mejorar la percepción sobre la compañía. La oleada de compras que desató el resultado del referéndum en la renta fija ha provocado que la rentabilidad de los bonos soberanos haya descendido drásticamente -ayer la deuda española a 10 años renovaba nuevos mínimos históricos-. Con el rendimiento del papel por los suelos, los inversores buscan refugio en empresas como las eléctricas, debido a sus negocios regulados (alta visibilidad en beneficios) y a unos dividendos atractivos. 

Si bien la retribución de Endesa es más atractiva que la de Iberdrola -sus pagos con cargo a 2016 rentan un 6,5%, frente al 4,8 esperado para la segunda- los expertos cuestionan la fortaleza del dividendo de la empresa presidida por Borja Pardo. En Citi califican el pago de "insostenible" a largo plazo mientras que destacan "la solidez" del de Iberdrola.  

Y es que el futuro más próximo para ambas empresas difiere sustancialmente: para la firma presidida por Ignacio Sánchez Galán se espera un crecimiento del beneficio del 7% entre 2016 y 2018 y para Endesa un retroceso del 7%, hasta situar sus ganancias en 1.150 millones en 2018.  

Mientras esta última está encontrando problemas para crecer desde que vendió su negocio en Latinoamérica a Enel, las perspectivas positivas para Iberdrola se mantienen en el tiempo como resultado de la exposición de la compañía a negocios de bajo riesgo y a su diversificación. Además, desde Société Générale destacan que "los proyectos de perfil alto como la puesta en marcha de energías renovables dan como resultado un crecimiento sólido". Así, para este año se prevén ganancias de más de 2.500 millones y para 2018 de más de 2.750 millones. 

Con estas perspectivas, los beneficios de Iberdrola en 2017 cotizan con un descuento del 2% frente a las 10 principales eléctricas europeas. Su PER (veces que se recoge el beneficio en el precio de la acción) se queda en las 14,7 veces, algo que desde Citi  consideran injustificado "dada la calidad de sus servicios, el crecimiento del beneficio por acción estimado de 6,1% para 2015-2020 y la sólida rentabilidad por dividendo". 

Por contra, con su crecimiento capado, el PER de 2017 de Endesa se sitúa en las 16,7 veces, lo que implica una prima de más del 10% frente al sector. En este contexto, la compañía está buscando oportunidades de crecimiento: una de las opciones es adquirir el 60% de EGP España que no controla. Una operación que tendría sentido, pero que no solucionaría los problemas de la empresa. "La adquisición representa una oportunidad para reinvertir el exceso de caja, pero en nuestra opinión no alterará la caída estructural de las ganancias de Endesa a largo plazo", explican desde Citi. De hecho, en la entidad americana calculan que en la próxima década el beneficio retrocederá un 6,9% de media anual. 

En caso de que la operación no prosperase, la intención de la firma es repartir un dividendo extraordinario. Si para algunas empresas un apalancamiento excesivo es un problema, la falta de oportunidades para Endesa provoca que su bajo endeudamiento no sea efectivo. Según los cálculos del consenso de mercado, la ratio deuda/ebitda de la firma cerrará en las 1,3 veces en 2016, cuando desde Bankinter apuntan que "su nivel ideal es de 2 o 2,5 veces". Así, el consenso cree que Iberdrola tiene un recorrido del 6% y que Endesa debe caer un 1,5 para llegar su precio justo. 

La incertidumbre política

Con un negocio en el que gran parte de los beneficios procede de actividades reguladas, uno de los temores del mercado era que el resultado de las elecciones del pasado 26 de junio pudiese suponer un cambio político que pudiese perjudicar sustancialmente al sector eléctrico. Sin embargo, los analistas valoran los resultados de manera positiva: a pesar del bloqueo político, desde Société Générale esperan que el nuevo gobierno "no ponga en marcha medidas con gran impacto en los ingresos del sector energético" y creen que "el riesgo político ha disminuido de manera sustancial". 

Iberdrola bate las previsiones

El 20 de julio Iberdrola presentó los resultados de su primer semestre, en el que se anotó ganancias por casi 1.500 millones, un 0,7% por encima de lo esperado por los analistas. Además, confirmó sus previsiones para 2017 a pesar del Brexit -en el Reino Unido genera aproximadamente una quinta parte de sus ganancias-. En Sabadell creen que solo "hay riesgo abierto en el 5% del ebitda que viene de generación por la previsible ralentización del PIB" en Reino Unido. Endesa rendirá cuentas al mercado el miércoles 27 de julio. Los analistas prevén que haya logrado ganancias de 444 millones de euros en el segundo trimestre, un 2% más que el pasado año.