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Plan de rescate de Alitalia en peligro por retiro de empresarios italianos
La alianza de empresarios italianos -bautizada como Compañía Aérea Italiana (CAI)- "toma nota de que, tras siete días de reuniones, ya no existen las condiciones para continuar con la negociación", declaró un portavoz de los empresarios, en referencia a la negociación de un plan de rescate de la compañía que prevé la supresión de 3.250 empleos.
Los sindicatos "no se dan cuenta de la situación dramática de Alitalia y de la necesidad de un profundo cambio respecto al pasado que exige el plan de rescate", agregó el portavoz de los empresarios, que se habían comprometido a poner sobre la mesa mil millones de euros para salvar Alitalia.
En una mala señal dentro de este contexto ya muy difícil, la CAI paró el examen de los libros contables de Alitalia, anunció la compañía. Sin embargo, los inversores no habían anunciado el retiro definitivo de su oferta el viernes por la noche.
La tensa situación del viernes llegó tras una noche de negociaciones en las que venció el ultimátum fijado por Augusto Fantozzi, el comisario extraordinario nombrado por el gobierno italiano para administrar Alitalia, sin que se lograse acuerdo alguno.
Fantozzi advirtió que si el viernes no se llegaba a un acuerdo, la compañía será rápidamente declarada en quiebra y se pondrán en marcha los despidos.
Las negociaciones para el rescate de Alitalia empezaron el 4 de septiembre y fueron suspendidas una primera vez el lunes, tras el rechazo de los sindicatos de las propuestas de los inversores de instaurar un contrato de trabajo único y disminuir los salarios y los días de vacaciones.
Participada por el Estado en un 49,9%, Alitalia -que perdió tres millones de euros al día durante el primer semestre del presente año- se declaró insolvente y fue puesta bajo administración extraordinaria el 29 de agosto.
La quiebra de Alitalia sería, sin embargo, un serio revés para el gobierno del conservador Silvio Berlusconi, que prometió en la campaña de las legislativas de abril pasado que encontraría empresarios italianos para salvar a la compañía, tras el fracaso del intento de la franco-holandesa Air France-KLM de hacerse con la aerolínea.
Por este motivo, el gobierno de Berlusconi intentó el viernes salvar la situación.
Los ministros de Trabajo, Maurizio Sacconi, y de Transportes, Altero Matteoli, se reunieron con los representantes sindicales el viernes por la tarde y les pidieron la toma de una posición común para salir de la parálisis.
A última hora del viernes por la tarde, al término de una reunión, los nueve sindicatos de Alitalia emitieron un comunicado común pidiendo que Fantozzi les reciba "urgentemente".
El plan de rescate prevé la reanudación de las actividades del transporte de pasajeros por la CAI y la fusión de esa nueva empresa con Air One, la segunda compañía de Italia.
A continuación, Alitalia debería establecer una alianza con una compañía extranjera como Air France-KLM, la británica British Airways o la alemana Lufthansa.
En cuanto a la deuda de casi 1.200 millones de euros de Alitalia, de ella se hará cargo una segunda sociedad que posteriormente será puesta en liquidación.
Alitalia ya señaló haber recibido señales de interés por parte de otras compañías para hacerse cargo de sus actividades de mantenimiento y de flete.
Mientras tanto, en el aeropuerto romano de Fiumicino, unos 200 empleados de la compañía se manifestaron en protesta por el plan de rescate.