Bolsa, mercados y cotizaciones

Volkswagen se enfrenta a la mitad del pago de su deuda los 2 próximos años

  • Las provisiones, unos 14.000 millones, 'se comerán' la mitad de la caja

Laura de la Quintana

La avería de Volkswagen no se reduce sólo al fraude en la fabricación de motores diésel y gasolina -como se conoció esta misma semana-, sino que alcanza también a su deuda. Actualmente, la compañía tiene emitidos un total de 68.667 millones de euros en el mercado de renta fija en hasta 191 emisiones distintas.

El problema llega cuando debe afrontar el pago de la mitad de esta cantidad (34.464 millones de euros) en los dos próximos años, en pleno proceso por determinar el agujero que producirá en sus cuentas este escándalo desatado el pasado 18 de septiembre.

En los menos de dos meses que restan de 2015, Volkswagen deberá asumir el vencimiento de bonos por valor de 6.400 millones de euros; mientras que el grueso de estos pagos se producirá en los dos años venideros: en 2016 esta cuantía ascenderá hasta los 14.300 millones, mientras que en 2017 los vencimientos de deuda alcanzarán los 13.750 millones de euros.

En el último mes y medio la rentabilidad exigida a la deuda de la automovilística se ha disparado en el mercado de renta fija como consecuencia de las dudas que existen sobre la solvencia de la firma en los próximos años. Si se toman como referencia las emisiones realizadas durante este ejercicio, los inversores exigen a día de hoy un cupón entre un 65 y un 85% superior con respecto a la fecha de emisión.

La caja 'pagará' el escándalo

En el primer roadshow organizado por Volkswagen tras el escándalo (que tuvo lugar la semana pasada en Londres), el director financiero de la compañía, Frank Witter, se aventuró a despejar cualquier fantasma que pesara sobre la viabilidad de la automovilística al argumentar a su favor una caja neta industrial de 27.800 millones de euros a cierre del tercer trimestre del año, de la que requiere -tan sólo- unos 10.000 millones para el mantenimiento de su negocio.

Los expertos consideran que esta cantidad cubriría con creces el gasto en el que podría incurrir por el pago de futuras multas y reparaciones a las que se enfrentará la compañía los próximos años. Desde JP Morgan José Asumendi, analista de la casa americana, cifra en unos 14.000 millones de euros las provisiones a las que se enfrenta la firma entre 2016 y 2017 "en el peor de los escenarios posibles". En este sentido, Carax AlphaValue cree que el coste a asumir rondará los 6.400 millones cada año.

"El plan A de Volkswagen, en estos momentos, es afrontar la crisis básicamente con lo que se tiene (como es su liquidez). El plan B pasa, sin embargo, por vender activos, principalmente propiedades o real state, aunque para mí la mejor opción sería incrementar el free float (capital libre que tiene una compañía cotizando en el mercado) de Audi, que, actualmente, ronda el 5%", asegura Asumendi.

Por otro lado, Volkswagen percibe entre 3,5 y 5 millones de euros anualmente en concepto de dividendo de las compañías chinas con las que mantiene una joint venture (acuerdo comercial, ante las dificultades de establecerse en el país asiático) y el "propio gobierno de Pekín podría ayudar a la firma en caso de problemas de liquidez". Además, la compañía anunció la reducción de sus inversiones en 1.000 millones de euros cada año.

En vista de la magnitud de la crisis que afecta a Volkswagen, la agencia de calificación Moody´s rebajó el rating de la firma hasta A2 -un escalón por debajo de la nota máxima con la que contaba- con perspectiva negativa. En el mismo escalafón mantienen su calificación las otras dos agencias en discordia, Fitch y Standard and Poor's. "Lógicamente la preocupación por las finanzas de la automovilística va en aumento", sostiene Urs Diethelm, analista de renta fija de Julius Baer, quien, sin embargo, suscribe su recomendación de mantener las acciones de la firma "a la espera de que pase la tormenta" bajo el precepto de que es "demasiado grande para caer". El consenso de mercado recogido por FactSet va un paso más allá y rebajó su prescripción sobre Volkswagen hasta la venta tras el estallido del escándalo.

Desde ese día, la alemana ha perdido cerca de 27.000 millones de euros de su valor en bolsa, debido a un desplome del 35% del precio de sus acciones. Y "la situación podría empeorar si finalmente precisara de una ampliación de capital", asegura Gisela Turazzini, cofundadora de Blackbird. Por el momento, lo que sí se ha contraído a la mitad es la previsión de beneficio para Volkswagen de cara a 2015. Los expertos estiman que la firma cerrará el año con unas ganancias de 5.675 millones, frente a los casi 11.000 millones que esperaban a comienzos del mes de septiembre.

Inversores de convertibles perderán el 45%

El próximo lunes, 9 de noviembre, serán canjeados un total de 3.700 millones de euros de bonos convertibles que la firma automovilística emitiera el 9 de noviembre de 2012. A pesar de que los inversores que suscribieron esta emisión han recibido un cupón del 5,5% anual durante tres años, esto no cubre las pérdidas que deberán asumir en el momento de su conversión.

Tres años atrás el precio de las acciones para el canje se fijó en los 173,4 euros -lo que representaba una prima del 26% sobre la cotización de la compañía por aquel entonces-, pero, tras encajar un desplome del 35% en el año, los títulos de Volkswagen cerraron la sesión del jueves en los 97,5 euros. Esto implica que el inversor de convertibles perderá, aproximadamente, la mitad de su dinero. A falta de un día para que lleguen al mercado estos bonos reconvertidos en acciones, la rentabilidad exigida a esta deuda se ha disparado hasta el 5.860%, según datos ofrecidos por Bloomberg.

Desde el pasado 18 de septiembre, el consenso de mercado ha rebajado en un 42% el precio objetivo estimado para Volkswagen, hasta los 135 euros por acción (frente a los anteriores 232 euros). Aún así, esto supone un potencial alcista para la firma del 38% a un año vista.