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Sacyr estudia renovar sus 424 millones en convertibles para abaratar la deuda
Javier Mesones
Abaratar los costes de financiación aprovechando las mejores condiciones del mercado actuales es ocupación principal de las empresas españolas y muy especialmente en aquellas más endeudadas, como ocurre con las constructoras.
Una vez refinanciado el crédito de 2.272 millones vinculado a su participación en Repsol y a la espera de tomar una decisión para aportar garantías adicionales a este préstamo como consecuencia de la venta de Testa, Sacyr también estudia rebajar los costes de una parte de su deuda corporativa, que ascendió, al cierre del primer trimestre del año, a 977 millones de euros (el endeudamiento total supera los 7.000 millones).
En concreto, la firma que preside Manuel Manrique sopesa renovar los bonos convertibles en acciones de Sacyr que ha emitido en los últimos años por un importe total de 424 millones, según señalan fuentes del mercado. La última emisión de convertibles la realizó en abril de 2014, por 250 millones, a un interés del 4 por ciento y a un plazo de cinco años. En 2011 emitió 200 millones en convertibles a un tipo del 6,5% y con vencimiento en mayo de 2016.
En cualquier caso, la compañía también baraja otras opciones, como sustituir los convertibles por bonos corporativos. En marzo pasado, Sacyr emitió por primera vez bonos a petición de inversores por un importe de 26,2 millones y un cupón del 4%. El plazo de vencimiento se estableció en cinco años.
La deuda corporativa de Sacyr se compone, además de los 424 millones de convertibles, que representa cerca del 44% del total, y de 310 millones de bonos corporativos, mientras que 243 millones están vinculados a la participación de la constructora en Itínere, que alcanza el 15% y tiene puesto el cartel de se vende.