Bolsa, mercados y cotizaciones

¡El año del billón! La negociación en la bolsa recobrará la cifra perdida en 2010

  • La contratación de 2015 superará ese nivel si mantiene el ritmo actual

Isabel Blanco

2015 podría bautizarse como el año en el que volvió a circular un billón de euros por la bolsa española. O, lo que es lo mismo, en el que los inversores movieron prácticamente el mismo dinero que genera la economía española durante un ejercicio. Con el primer semestre del año casi cerrado, y siempre que el aumento de negociación de los últimos meses se mantenga, la cifra redonda del billón debería recuperarse cinco años después.

La bolsa española podría cerrar la primera mitad de 2015 con una contratación en el entorno de los 512.000 millones de euros a falta de seis sesiones para finalizar el mes -hasta ahora acumula 491.590 millones-. De cumplirse este pronóstico, se produciría una mejora en el volumen de negociación del 26% respecto al primer semestre de 2014. Al extrapolar este incremento a los próximos seis meses, podrían moverse hasta 588.000 millones más antes de finalizar el año. Se recobraría así el billón por primera vez desde 2010, cuando se negociaron 1,04 billones de euros.

Esas cifras se habían vuelto inaccesibles. En 2011, se desmontaron todos los cortafuegos posibles ante el rescate griego. Ese año, se instauró en España la crisis de deuda soberana provocando una huida de los activos de riesgo y una salida de inversores internacionales que condujeron irremediablemente a un menor número de operaciones en la bolsa.

Las fugas de capitales se prolongaron en 2012, cuando el Gobierno español solicitó el rescate al sistema financiero. La negociación de la bolsa española ni siquiera alcanzó los 700.000 millones de euros en ese ejercicio-sus mínimos desde 2004-, perjudicada, además, por la medida excepcional de prohibir las posiciones cortas con la que sorprendió el supervisor bursátil para evitar la extrema volatilidad.

De fuga a entrada de capitales

Esta situación se ha revertido en los últimos meses. Pese a las tensiones actuales por las negociaciones entre Grecia y sus acreedores, la bolsa española se ha convertido en un destino atractivo para muchos inversores internacionales. Solo hay que recordar cómo grandes fondos y gurús del calibre de George Soros o Bill Gates se han interesado por algunos de los debuts bursátiles de empresas españolas. Es más, los inversores foráneos nunca antes habían tenido tanto peso en el parqué español. La participación de los no residentes ronda ya el 43% en las cotizadas.

Otras razones sostienen que en el segundo semestre se mantengan los aumentos de negociación para reconquistar el billón de euros en la bolsa española. "Los flujos deben llegar a la renta variable dadas las mejoras en expectativas de beneficios y en el cuadro macro y vistas las escasas alternativas de inversión", apunta Pablo García, director general de Carax-Alphavalue. "Lo razonable es ver una mejora en la contratación", considera el experto.

Entre los argumentos para que el alza en el volumen continúe, Manuel Campos, analista de Serfiex, destaca "un mayor apetito por el riesgo, motivado a su vez por la baja rentabilidad de la renta fija, una sensación general de optimismo entre los inversores y las expectativas tras los últimos datos de previsión macro de la economía española así como de los beneficios publicados por muchas compañías".

Aunque todo sople a favor para atraer capitales a la bolsa española, y es cierto que el apetito por el riesgo ha regresado ante la falta de alternativas, también existe la posibilidad de ver un frenazo en las mejoras de la negociación vistas en la primera parte del año. "Habría algunos factores que podrían truncar esta evolución, como la falta de resolución del problema heleno o la proximidad de las elecciones con avances de partidos como Podemos", advierte Victoria Torre, de Self Bank. "Si se incrementan las incertidumbres, el inversor extranjero puede huir de la renta variable y el minorista buscar alternativas más tranquilas para su dinero", valora la experta.