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"En 2017, deberíamos superar el beneficio neto récord que alcanzamos en 2011"



    Europac mejoró ligeramente el beneficio neto en el primer trimestre, pero la compañía espera un mayor crecimiento para el conjunto del ejercicio gracias a la recuperación de España y Portugal. Su presidente, José Miguel Isidro, asegura que en su planes el grupo ya no aspira "a ser un vendedor de embalaje, sino a ser un socio del cliente"

    Conoce y se ha involucrado en los más mínimos detalles de su plan estratégico 2015-2016. José Miguel Isidro, presidente de Europac, disfruta contando pequeñas anécdotas sobre la implantación de nuevos sistemas para mejorar la productividad, pero también explicando las positivas expectativas de su gran proyecto en Marruecos, visible en pocos meses, y del buen rumbo que ha tomado la compañía.

    Europac sube un 45% en bolsa en 2015, ¿a qué cree que responde?

    Al sobrepasar los 500 millones de euros de capitalización, hemos entrado en el radar de más fondos. Este ha sido uno de los catalizadores de la subida del valor, aunque tampoco olvidemos que es un sector que está de moda en Europa. Quizá con respecto a otros competidores europeos, las españolas se habían quedado un poco rezagadas y hay ciertos comparables que están muy caros.

    ¿En qué consiste exactamente la estrategia que ha diseñado el grupo hasta 2016?

    El plan estratégico está basado en dos pilares: Europac System Sales y Europac Operation System. Hemos revisado profundamente nuestros sistemas operativos de ventas e implantado un nuevo modelo comercial, y lo mismo hemos hecho en operaciones. Ya estamos notando mejoras en márgenes, reducción en costes, recuperación en volúmenes y fondo de comercio. Queremos que para 2016 el margen del ebitda [beneficio bruto] crezca 3 puntos sobre 2014, hasta el 15%, y que el ROCE [retorno de capital] suba 4 puntos, hasta el 11,7%.

    No han fijado objetivos de beneficio neto, pero los analistas esperan que en 2017 se acerquen al récord de 2011, de 41 millones.

    En 2017, deberíamos estar por encima de eso.

    Mayores ganancias, ¿más dividendo?

    Se mantendrá el dividendo en efectivo, con un objetivo de pay out del 50%.

    Otro objetivo es reducir la deuda a 2 veces el ebitda en 2016. ¿Está reñido con crecer?

    En 2015 esperamos bajar la deuda a 2,7 veces ebitda, desde 3,8 veces de 2014, y en 2016 a 2 veces. Ese es un buen nivel; reducirlo por debajo de 1 vez me parecería una mala gestión financiera y antes repartiría dinero al accionista. Esa sería la trayectoría prevista, pero eso no quiere decir que no vayamos a hacer más inversiones importantes. Nuestro objetivo es rentabilizar las operaciones del plan anterior, pero permanentemente estamos estudiando proyectos y si llega uno interesante lo haremos y la deuda subirá.

    ¿Cómo van a financiar estas inversiones? ¿Se plantean volver a emitir en mercado?

    La estructura de financiación de la compañía se basa en mercado, en factoring, en bilaterales y en, lo principal, un préstamo estructurado. En su momento hicimos una emisión magnífica en el Marf, pero ha llegado el momento de pensar en otra operación de este tipo, de mercado, para cambiar la estructura y aprovechar la situación para mejorar nuestro coste financiero, del 3,9%.

    ¿En qué punto se encuentra uno de sus proyectos más recientes, el de Marruecos?

    En agosto abriremos la fábrica. Tiene magníficas perspectivas. Intentamos crear un fondo de comercio pequeño, estamos tomando pequeñas posiciones en clientes para que primero nos conozcan. Estamos produciendo ya en Marruecos en una fábrica pequeña para dar un servicio limitado, todavía no queremos atender grandes pedidos.

    ¿La subida del precio del papel de embalaje 'kraftliner' es clave para mejorar márgenes?

    En el plan estratégico nos hemos olvidado del mercado. Si nos permite subir precios, lo haremos, pero no se cuantifica en el plan.

    ¿Cómo les afecta la caída del euro?

    Respecto a la venta, es positivo porque ha bajado la presión de otros productores. En Europa se consumen 4 millones de toneladas de kraftliner y producimos solo 2,8 millones: el resto lo cubre el excedente americano, que ahora tiene pocas ganas de venir a Europa. Antes, China, para la que es más interesante comprar en Europa que en EEUU, era un comprador irregular que podía llevarse el 50 por ciento del mercado en meses puntuales, pero ahora es un agente más y no produce esas distorsiones de precios. Respecto a la importación, el kraftliner es un producto que parte de la madera, que compramos en dólares en Brasil para cubrir una pequeña parte de las necesidades. Pero algunos años no importamos nada y ese efecto es marginal.

    ¿No necesitan importar mucho? ¿De qué forma les afecta el precio de la madera?

    Nuestros contratos en 2015 han subido de precio ligeramente. Tenemos una capacidad propia del 70 por ciento y el resto lo solemos importar de Brasil. Dentro del plan estratégico, queremos que crezca. Disponemos de cerca de 7.000 hectáreas, pero para suministrar una fábrica como Viana, de madera, se necesitan unas 140.000. Nuestra política no es invertir en bosque, pero creceremos en patrimonio forestal controlado, porque estos bosques son como una hucha y creo que la madera va a subir. Los pelets [virutas de madera] probablemente empujarán el precio, pero no creo que baje.