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La libra se encamina a su peor inicio de año desde 1991 por las dudas electorales

  • Es su peor primer cuatrimestre contra el dólar en 24 años

Javier G. Jorrín

¡Aquí no hay quién gobierne! Este es uno de los mayores temores de los mercados: un país con un Parlamento dividido que dificulte la formación de un Gobierno y la toma de decisiones durante toda la legislatura. Precisamente este es el escenario que se plantea para Reino Unido en plena campaña electoral antes de las elecciones generales del 7 de mayo. Según las últimas encuestas, los dos grandes partidos del país, Conservadores y Laboristas, se repartirán algo más de dos tercios de los votos, con una ligera ventaja de los segundos en intención de voto.

El resto de las papeletas se repartirán entre los euroescépticos de UKIP, con un porcentaje en torno al 15% de los votos y por detrás el partido Liberal Demócrata y los Verdes, con un 8%. Este es un escenario delicado, sin un ganador claro y con partidos con ideales muy heterogéneos que tendrán complicado alcanzar puntos de acuerdo para formar Gobierno. "Son las elecciones menos predecibles en una generación", advierte Barclays. "Más allá de las elecciones, la incertidumbre política se extiende a temas de fondo, como la posición de Reino Unido en la Unión Europea, el tratamiento de Escocia y la gobernabilidad del país", explican desde Goldman Sachs.

Nadie duda que las elecciones dejarán un Parlamento dividido, pero las últimas encuestas reflejan un enfriamiento de las expectativas de UKIP, lo que refleja un mayor apoyo de la sociedad británica a seguir en la Unión Europea. "La mejora de las encuestas a favor de la UE reducen el riesgo de Brexit", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.

Tanta incertidumbre está pasando factura a una de las joyas británicas: la libra. Desde el inicio del año, la divisa ha caído casi un 5,5% contra el dólar, lo que encamina a la moneda a vivir su peor primer cuatrimestre desde 1991. La volatilidad podría aumentar en los próximos días a medida que se acerca la fecha electoral y las casas de análisis advierten de los sustos que todavía puede dejar la libra. "Las presiones bajistas de la libra en su cruce con el dólar aumentarán a medida que los inversores centren su atención en la incertidumbre política", explica el equipo de Barclays.

Inglaterra sí tiene paciencia

Otra de las claves del comportamiento diferente entre el dólar y la libra se debe a la distancia entre la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra (BoE). Si hace un año el debate se centraba en quién subiría primero los tipos de interés, hoy la duda es conocer cuánto se retrasará el BoE. La economía británica se ha contagiado del débil crecimiento de la eurozona y el precio bajo de las materias primas, lo que ha provocado que muchos expertos no esperen la primera subida de tipos del país en todo 2015.

"Los miembros del Consejo están claramente más preocupados de lo que creíamos sobre los bajos niveles de inflación y la posibilidad de que se alcancen niveles deflacionistas antes de que la inflación rebote", explica el equipo de Ebury.

Una caída que recuerda a los años de Soros

El peor arranque de año de la libra de las últimas décadas lo vivió en 1991. Unos meses antes, Margareth Thatcher había decidido incorporar al país al Mecanismo Europeo de Tipos de Cambio, antesala de la creacion del euro. La libra entró con un tipo de cambio sobrevalorado y sufrió un primer descenso fuerte hacia finales de 1990 y el inicio de 1991, hasta que el Banco de Inglaterra consiguió estabilizar la libra. Un año y medio después llegaría el ataque definitivo de George Soros que doblegaría a la entidad.