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El Consejo para la Competitividad mejora su previsión y cree que la recuperación bajará 5 puntos el paro
El director del CEC, Fernando Casado, junto al presidente del Grupo Barceló, Simón Pedro Barceló, y la directiva del Banco Santander Concepción Sanz han participado hoy en una conferencia titulada "España 2018", en la que han desarrollado una serie de propuestas enfocadas a la reducción del desempleo.
El CEC está formado por los presidentes de 15 grandes empresas españolas y el Instituto de Empresa Familiar.
El Consejo presentó en noviembre pasado un documento titulado "España 2018" en el que exponía sus propuestas de política económica para fomentar las condiciones para reducir el paro en España a tasas del 14,2 % en 2018, desde el 23,7 % actual.
Según sus cálculos de noviembre, solo con el efecto de la recuperación económica, sin más reformas, por la "inercia", el paro bajaría 3,3 puntos para ese año.
Hoy, cuatro meses después, los cálculos del CEC son que el ciclo económico positivo permitirá bajar el paro aún más, en un 5,2 %.
Fernando Casado, Barceló y Concepción Sanz han explicado que "sorpresas agradables" como la caída del precio del petróleo, la bajada del euro o la mejora del empleo han llevado a prever para este año y el que viene una evolución del PIB del 2,5/3 %, lo que provocará un descenso del desempleo mayor del previsto.
Pero el CEC considera que esto no es suficiente, y que unas reformas estructurales que mejoraran la competitividad permitirían bajar el paro otros siete puntos añadidos a los 5,2 que descenderá sólo por el efecto de la recuperación.
Según sus cálculos, si se adoptaran las reformas que proponen dejarían el desempleo en un 12 % en 2018.
"No es tan descabellado -ha comentado Casado-; se está hablando de crear medio millón de puestos de trabajo este año, si lo multiplicamos por cuatro, son dos millones en cuatro años, hasta 2018, y con las medidas adicionales de reforma, podríamos llegar a 2,8 millones de puestos de trabajo".
Las propuestas del CEC son mejorar el marco regulatorio, la calidad del sistema educativo, la capacidad de innovación, la economía del conocimiento, la internacionalización y aumentar el tamaño empresarial.
Además, según el CIC, la lucha contra el fraude laboral y la economía sumergida permitirían aflorar numerosos empleos que contribuirían a reducir la tasa de paro. También considera esencial un ajuste fiscal creíble para controlar la deuda pública y asegurar los niveles de crecimiento adecuados.
En este último punto, Sanz ha comentado que sería necesario aprovechar la recuperación para bajar más el déficit público, con medidas añadidas como las privatizaciones, como se acaba de hacer con Aena.