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El Gobierno admite un escenario económico de bajo crecimiento prolongado



    Madrid, 11 jul (EFE).- El Gobierno español admitió que el crecimiento bajo de la economía puede prolongarse e incluso rozar el crecimiento negativo, con una tasa de inflación que alcanzó el 5 por ciento por primera vez en trece años en España.

    Los últimos datos conocidos han llevado al Ejecutivo que encabeza José Luis Rodríguez Zapatero a plantearse una eventual modificación de sus previsiones económicas, algo que se decidirá antes de que finalice el mes de julio, según señaló hoy el vicepresidente del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes.

    El vicepresidente compareció ante la prensa tras conocerse el dato del Índice de Precios al Consumo (IPC) de junio, que subió un 0,6 por ciento, lo que sitúa la tasa interanual en el 5 por ciento, porcentaje que no se registraba en la economía española desde hace trece años.

    Ante estas cifras, Solbes, dijo que la economía española no se encuentra en "estanflación", es decir situación de combinación de recesión y elevada inflación, ya que no está "en un periodo largo y duradero de precios altos y crecimiento bajo".

    Pero, admitió que el crecimiento bajo de la economía puede alargarse o incluso caer a un crecimiento cero o negativo.

    El ministro subrayó que el Gobierno sigue pensando que habrá un "ligero" crecimiento en el segundo trimestre del año, aunque -dijo- se trata de cifras muy ajustadas.

    Si en el primer trimestre el crecimiento fue del 0,3 por ciento, en el segundo será más bajo, señaló Solbes, que adelantó la posibilidad de un crecimiento cero o negativo.

    "No sé si rozamos el larguero, pero no estamos lejos de él", agregó en un símil futbolístico.

    El ministro español de Industria, Miguel Sebastián, admitió este jueves una situación de "casi recesión".

    Los especialistas catalogan una situación económica como recesión en el momento en el que transcurren dos trimestres consecutivos sin crecimiento.

    Hasta el pasado martes el presiente del Gobierno español no había pronunciado la palabra "crisis" para referirse al momento económico actual en España, lo que le acarreó fuertes críticas de la oposición conservadora que le acusaba de huir de la realidad.

    Solbes achacó hoy la última subida del IPC a la subida interanual del petróleo en un 86 % y al encarecimiento de los alimentos sin elaborar, como el pescado y las patatas, debido a la huelga de transportistas que hubo el pasado mes en España.

    El vicepresidente también subrayó que el incremento de los precios es un fenómeno internacional, sobre todo en la zona euro, y recordó que los analistas piensan que habrá una caída de los mismos en la segunda parte del año y más significativa en 2009, siempre que no haya "sorpresas" con el petróleo.

    En este sentido, subrayó que es difícil tomar medidas para evitar esa escalada del crudo y se mostró en contra de subvencionar su consumo.

    Además de los altos precios del petróleo y de algunos alimentos básicos, la economía española se ve afectada por una fuerte crisis del sector de la construcción, que en los últimos años había actuado como uno de los principales motores económicos.

    La crisis en ese sector está repercutiendo también en un aumento del desempleo que puede repercutir en el colectivo de inmigrantes, muchos de los cuales habían encontrado empleo en el mismo.