Bolsa, mercados y cotizaciones

Cómo invertir con éxito en el cambio demográfico

  • Los sectores más beneficiados son el de salud, consumo y finanzas
  • La recomendación es destinar a esta tendencia el 5-10% de la cartera


Más allá del efecto que a corto plazo pueda tener en mercado la política, ya sea monetaria o económica, si hay una temática de inversión a largo plazo es el envejecimiento de la población. ¿Cómo se invierte en él?

Año 2050. La población mundial con edad superior a los 60 años alcanzará los 2.000 millones. La cifra en sí puede que diga poco pero ¿y si dijéramos que es más del doble que el número de personas mayores de 60 años que hay actualmente en el mundo? Los datos no los da ningún analista de mercado sino la Organización de Naciones Unidas (ONU) que no se cansa de alertar en cada uno de los centenares de informes que publica sobre el efecto del envejecimiento de la población en la sociedad.

Desde Inversión a Fondo añadimos: en la sociedad y en el mercado ya que, aunque a corto plazo pueden ser temáticas como la política monetaria o los riesgos geopolíticos los que lleven a los inversores a decantarse por activos más o menos arriesgados, la tendencia con mayúsculas en la que hay que fijarse a largo plazo no es otra que la demográfica. "El tema demográfico es lo que va a desencadenar el resto de temáticas, por lo que la recomendación es destinar entre un 5 y un 10% de la cartera a este tipo de inversiones", afirma Raquel Blázquez, gestora de fondos y sicavs de Ibercaja Gestión.

Identificado el porcentaje, queda por determinar qué tipo de inversiones son las que pueden beneficiarse de una población cada vez más envejecida, además de una población emergente que cada vez asume más el estilo de vida característico de Occidente con todo lo que eso conlleva. De hecho, según los datos de la ONU, cerca de ocho de cada diez personas mayores de 60 años estará en los países menos desarrollados en el año 2050.

Pensando en ellos surgió hace no demasiados años el término economía de la longevidad por parte de Oxford Economics que, según se recoge en un informe de Bank of America Merrill Lynch, no es otra cosa que lo que aporta al PIB el consumo de los mayores de 50 años. Pues bien, se calcula que en 2020, en cinco años, este tipo de consumo alcance sólo en EEUU los 15 billones de dólares frente a los 7 billones de dólares que supone en la actualidad y que sólo en EEUU y Japón suponga el 50% de todo el PIB en el año 2050.

Los tres sectores clave

Con este panorama no es de extrañar que cada vez sean más las gestoras y bancos de inversión que incluyen la temática del cambio demográfico a la hora de elaborar sus recomendaciones de inversión. Una de ellas es Bank of America Merrill Lynch. En su informe titulado Silver Dollar-Longevity Revolution Premier, identifica los tres sectores que están llamados a beneficiarse de este cambio demográfico: farmacia y salud, sector financiero y consumo. Y va más allá ya que incluso se atreve a dar los nombres de 160 compañías que tienen correlación con el aumento de la longevidad del mundo.

El potencial del sector de farmacia y salud está claro ya que un aumento de la esperanza de vida provoca que se incremente el gasto sanitario y una mayor innovación para mejorar las condiciones de salud de la población más mayor. Por ejemplo, según recoge el propio Bank of America se espera que en 2035 el número de personas con diabetes supere los 592 millones, el doble que en la actualidad. Además, ahora el 50% de los mayores de 65 años tiene artritis y el 35% padece de osteoporosis. Es por ello que las compañías que se dediquen a innovar o las que ofrezcan tratamiento para este tipo de enfermedades tienen todas las papeletas de seguir incrementando sus beneficios, independientemente de cualquier política monetaria o económica que se tercie.

A este respecto, desde Fidelity citan a empresas como CVS Caremark, Roche, con la mayor cuota de mercado en tratamientos contra el cáncer, Novartis, una de las pocas que ofrece fármacos contra el alzheimer o Novo Nordisk, que cuenta con una cuota del 49 por ciento en el mercado mundial de la insulina, que pueden incluirse en una cartera demográfica.

Junto con el de la salud, el financiero es otro de los sectores clave. Y lo es en todas sus magnitudes, desde la rama aseguradora con los seguros de salud a la cabeza, hasta la bancaria, ya que un aumento de la clase media en los países emergentes y sobre todo de su consumo, acarreará una mayor demanda de servicios financieros. De hecho, la ONU también calcula que en 15 años el 93% de la clase media mundial estará en países en desarrollo y eso supone un amplio potencial de crecimiento ya que, por poner un ejemplo, en la actualidad en China solo 65 personas de cada 1.000 posee un coche frente a un ratio de 560 por cada 1.000 en EEUU.

Pero más allá de los bancos en sí, el sector de gestión de activos también presenta potencial. No en vano, la generación de los baby boomers es la que ha mostrado una menor aversión al riesgo en los últimos años, lo que explica, en parte, el buen comportamiento de los mercados de renta variable. Pero, a medida que esa generación se jubile, demandará activos que ofrezcan cierta seguridad y que, además, le permitan obtener rentas periódicas. De hecho, según apuntan desde Fidelity, "durante los próximos 30 ó 40 años se calcula que hasta 30 billones de dólares en activos financieros dejarán de estar en manos de los arriesgados baby boomers sólo en EEUU". "Creemos que el apetito por el riesgo estará bajo presión y que se incrementará la demanda de activos que permitan una mayor diversificación y control de riesgo. Esto es una gran oportunidad para las empresas de gestión de activos o centradas en ofrecer inversiones pensadas para la jubilación", ratifican también desde Bank of America Merrill Lynch. A esto hay que unir que, según afirman desde Fidelity, la longevidad cada vez hace más mella en los proveedores de pensiones y rentas vitalicias, sobre todo públicos, y cita un informe del FMI que cifra en 1 billón de dólares lo que se incrementa la factura de las pensiones por cada año extra de longevidad, lo que lleva a pensar en que, a no ser que se incrementen muchos los impuestos que mantengan más tiempo esas pensiones públicas o que aumente significativamente la tasa de natalidad, la población estará abocada a buscarse sus propios productos de ahorro privado.

El consumo es el tercer gran sector. Por una parte está el esperado aumento del consumo de productos básicos en los países emergentes ya sea ropa, teléfonos o productos electrónicos -de hecho, ya se venden más iPhones en China que en la propia EEUU-. Y por otro lado, está el que realizan los seniors. "Un sector que nos gusta es por ejemplo el de aerolíneas o los fabricantes de aviones ya que los jubilados suelen tener un gran gusto por los viajes y además se benefician de la caída del petróleo", afirma Antonio Salido, director de marketing de Fidelity.

También están las empresas de cruceros -se calcula que la edad media de los que los disfrutan es de 50 años- o el de empresas de consumo ligadas a la belleza para frenar el efecto que el paso del tiempo tiene en la piel, un mercado que mueve al año 122.300 millones de dólares. Sin olvidar tampoco al sector de la tecnología, ya que el consumo tecnológico no es ni mucho menos sinónimo de juventud. Así, para 2050 está previsto que la cifra de consumidores tecnológicos de más de 60 años ronde los 2.000 millones. Además, hay un nuevo segmento que crece con fuerza, el de la población mayor de 80 años, que aumenta a un ritmo del 4 por ciento anual, según datos de la ONU.

¿Cómo invertir?

Además de la clásica inversión en acciones de compañías llamadas a salir ganando con el cambio demográfico existe la opción de delegar la ardua tarea de diferenciar entre el grano de la paja a los gestores de fondos especializados precisamente en sacar partido del cambio demográfico. En España se comercializan varios fondos de este tipo. Por ejemplo, hay productos como CPR Silver Age o LO Golden Age que en sus criterios de selección de empresas incluyen que entre el 20 y 30% de los ingresos de las compañías donde invierten los reciban de los mayores de 55 años. Ambos son fondos de renta variable global y presumen de ser adecuados para "aquellos inversores que quieran obtener rentabilidad a largo plazo con una volatilidad contenida", según afirma el gestor de CPR Silver Age. Y lo consiguen, ya que en los últimos tres años han tenido rentabilidades anualizadas superiores al 15 por ciento, según los datos de Morningstar.

Más flexibilidad ofrecen otros fondos como Fidelity Global Demographis o Schroders Global Demographics Opportunities. En ambos casos, no tienen en cuenta de dónde vienen los ingresos de las compañías donde invierten o al menos no sólo eso. "Buscamos las compañías que se benefician del impacto en la economía de las tendencias demográficas, ya sea por el envejecimiento de la población o las nuevas tendencias de industria o consumo", afirma Charles Somers, gestor del Schroder ISF Global Demographic Opp.