Bolsa, mercados y cotizaciones
Verizon y AT&T tratan de excluir la red de telefonía móvil de la nueva regulación estadounidense
El próximo 26 de febrero los legisladores estadounidenses se reunirán para votar la nueva regulación promovida por Obama que afecta a la red de Internet... y también a la de telefonía móvil. Las dos grandes telecos tratan de evitar que, además de en la web, se les obligue a proporcionar la misma velocidad de navegación a todos los usuarios de smartphones.
Obama quiere que la conexión a Internet se trate como una necesidad para los ciudadanos, y está intentando que los proveedores de los servicios de telecomunicación traten todo el tráfico de la red por igual: la llamada "red neutral". El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Tom Wheeler, considera que se deben incluir nuevos requerimientos a las compañías del sector, para que no bloqueen o aceleren el tráfico a los smartphones, o cualquier otra red.
Ahora, además de votarse una reforma que permitiría a los gobiernos locales generar sus propias redes de banda ancha -lo que sin duda afectaría a las, hasta ahora, únicas proveedoras de estos servicios en Estados Unidos-, los reguladores pretenden que se acabe con las desigualdades en la velocidad de la red para telefonía móvil.
Como es lógico, Verizon (VZ.NY)y AT&T (T.NY), las dos principales compañías de telecomunicaciones de Estados Unidos, encuentran un nuevo obstáculo en esta regulación. Eso sí, no son las únicas firmas que han levantado la voz: según informan fuentes de Bloomberg, el presidente de la Asociación de Telecomunicación Inalámbrica, Meredith Atwell Baker, quien declaró que esta decisión será "un error". Añade que "la red de comunicación inalámbrica en Estados Unidos nunca ha estado regularizada de esta manera. En América funciona mejor la competición e innovación, no una fuerte regulación gubernamental".
Verizon debe mejorar si no quiere marcharse
La compañía forma parte de elMonitor desde el pasado mes de septiembre, y de momento no ha funcionado demasiado bien, a pesar de los sólidos fundamentales que presentaba cuando entró en la cartera -cae cerca de un 5% desde su arranque-. La empresa mantenía una sólida recomendación de compra, que ha experimentado un deterioro considerable desde entonces. Así, ahora sigue siendo una compra, pero roza el consejo de mantener, todavía más cercano si se tiene en cuenta la recomendación que otorga el consejo a un mes.
Por ello, hace varias semanas decidimos establecer un nivel de stop de protección para la estrategia, en los 42,6 dólares -un 8,5% por debajo de los 46,6 dólares a los que cotizaba el martes 27 de enero-. Además de la recomendación, las previsiones apuntan a que los beneficios de la compañía experimentarán un incremento no demasiado elevado durante los próximos años -los expertos de FactSet creen que, tras avanzar un 15% en 2015, subirá un 6% interanual en 2016 y apenas un 2% en 2017-. Así, de momento estamos tranquilos, pero la compañía saldrá de la cartera si toca ese nivel, y también nos replantearemos la estrategia en caso de que pierda la recomendación de compra.