Bolsa, mercados y cotizaciones

La CAM ofrece la rentabilidad por dividendo más baja de la banca



    El dividendo se ha convertido en una herramienta básica para cualquier compañía cotizada, ya que es la retribución dineraria más sólida que un accionista tiene. En la actualidad, la bolsa española ofrece una rentabilidad por dividendo del 4,3 por ciento de media, por debajo de la inflación, pero en línea con lo que dan las letras del Tesoro, que se encuentran en el 4,41 por ciento. Sin embargo, el nuevo inquilino del parqué, que debutará el próximo 23 de julio, Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), no consigue llegar a la media del mercado.

    Dependiendo del precio al que debuten sus cuotas participativas -se ha fijado una horquilla entre los 5,84 y los 7,3 euros-, esta entidad retribuirá a sus inversores con una rentabilidad del 2,96 y del 3,7 por ciento. Este porcentaje también se encuentra por debajo del sector bancario español, que ofrece un promedio del 6,03 por ciento.

    Por ejemplo, la entidad que más cuida a sus inversores es BBVA (BBVA.MC), que da un 6,82 por ciento. Hay que tener en cuenta que el banco presidido por Francisco González reparte 0,81 euros por acción en total en 2008.

    De cerca le sigue Santander, que ofrece a sus accionistas un 6,39 por ciento, según el precio de cierre de ayer, en los 0,72 euros. De los bancos cotizados españoles el menos atractivo por este ratio sería Bankinter (BKT.MC), que reparte 0,32 euros por título, lo que supone una rentabilidad del 4,77 por ciento.

    Cómo es la retribución

    La retribución de la CAM es un poco complicada. Por ahora, la entidad ha decidido repartir entre sus accionistas un 7,5 por ciento de su beneficio individual (de la matriz). Si en 2007 esta caja tuvo un beneficio de 288 millones de euros, a los nuevos inversores les corresponderían 21,6 millones.

    Sin embargo, como dividendo en metálico, la CAM ha asegurado que dará como máximo el 50 por ciento de los 21,6 millones. Es decir, un accionista tendría por título 0,216 euros con este resultado. El resto del dinero se irá a las reservas de la caja. No obstante, hay que matizar que en cada ejercicio la CAM determinará qué porcentaje destinará a dividendos.

    Desde el lunes, el pequeño inversor puede pedir títulos de la CAM hasta el 18 de julio, aunque sólo se realizarán órdenes preferentes hasta el próximo martes 15 de julio. De todo el capital, la caja ha destinado el 65 por ciento de la salida al minorista, un porcentaje muy superior al resto de estrenos en los últimos años, donde no suele superar el 50 por ciento.

    Además, como mínimo hay que pedir 3.000 euros, cuando la media de otras colocaciones ronda los 1.500 euros. "No vamos a tener ningún problema en colocar los títulos de la CAM a través de nuestra red, ya que es como si fuese una acción", explicó el director general de la entidad, Roberto López.

    Para inversores cualificados

    El resto de la colocación se destinará a los inversores cualificados -un 31 por ciento de la oferta- y tan sólo un 3,5 por ciento se distribuye gratuitamente a empleados. Los expertos aseguran que el principal problema será vender las cuotas a los inversores profesionales ante la negativa imagen que existe del mercado español fuera de nuestras fronteras.

    "Ahora cuando vas de road show -entrevistas con institucionales- y le comentas a un gestor que vienes de España casi se levanta de la mesa. No quieren nada que tenga que ver con nuestro país", explica un consejero delegado de una empresa cotizada. De hecho, en el folleto de la colocación se explica que se revocaría la emisión si los inversores cualificados no compran al menos el 30 por ciento de las cuotas participativas.

    Un claro ejemplo de la negativa situación que vive el sector se pudo ver ayer con el recorte de rating de Standard & Poor's. La agencia de calificación crediticia bajó los rating de la CAM, desde 'A+' hasta 'A', por su vulnerabilidad al abrupto ajuste del sector inmobiliario. Tener esta calificación quiere decir que la entidad tiene un sólido grado de calidad, pero susceptible a los efectos adversos (ver página 14).

    Negativa situación

    A este negativo panorama se une que la CAM debuta en mercado en plena crisis financiera. El menor ritmo al que va a crecer el resultado de las entidades de crédito, la caída de las cotizaciones de la banca y los recelos que continúan envolviendo al sector financiero obligarán a la caja a ajustar el precio de salida de sus títulos si quiere tener recorrido alcista en los parqués.

    Según los datos de la consultora FactSet, el resultado de los seis bancos presentes en el Ibex 35 va a crecer este año un 7,35 por ciento. Si se aplica este mismo dato al total de la caja -no al beneficio individual-, saldará el ejercicio de 2008 con un beneficio de 414,08 millones de euros, frente a los 385,7 millones que consiguió el ejercicio pasado.

    Además, la CAM deberá tener en cuenta el importante descenso que ha sufrido el sector en bolsa. Como consecuencia de esta realidad, el PER (número de veces que los beneficios de una compañía están recogidos en su valor bursátil) medio de la banca se sitúa este año en las 8,6 veces.

    Para situarse a la misma altura que los bancos, la caja debería rebajar sus expectativas. Y con fuerza, ya que tendría que salir a 5,34 euros -un 7,9 por ciento por debajo del precio mínimo de la colocación y un 26,8 por ciento inferior al máximo- para obtener un valor de mercado de 3.561,1 millones de euros que, teniendo en cuenta las previsiones de beneficios de 414,08 millones, sería el que conduciría al citado PER de 8,6 veces.

    Además, al ser una cuota participativa y no una acción, la entidad debería venderse con un descuento adicional, ya que estos títulos no poseen derechos de voto y existe la limitación de no poder superar el 5 por ciento del capital. Si se supera el 0,5 por ciento hay que avisar al Banco de España.