Bolsa, mercados y cotizaciones
El mercado de bonos privados en España se reduce a niveles de 2005
- El saldo vivo ronda ahora los 100.000 millones de euros
Las empresas españolas continúan el proceso de diversificar sus fuentes de financiación. En el último año, han sido muchas las grandes compañías que se han acercado al mercado de capitales para emitir deuda aprovechando el apetito de los inversores y, sin embargo, el océano de bonos de empresas y bancos registrados en España, lejos de crecer, se ha reducido a niveles no vistos desde 2005.
El saldo vivo de bonos y obligaciones privadas ronda los 100.000 millones de euros y en diciembre llegó a caer incluso hasta los 74.000 millones, según los datos publicados por AIAF.
Estas cifras, las más bajas contabilizadas en una década, arrojan un desplome desde los 174.000 millones que componían el universo de bonos privados en el mercado español hace solo dos años. Si se incluyen otros activos de renta fija como cédulas, pagarés, bonos de titulización y participaciones preferentes, la cifra actual se queda en 611.000 millones -rondando niveles de principios de 2007 en este caso-.
La caída responde, en opinión de César Fernández, gestor de fondos de renta fija de Deutsche AWM, al "desapalancamiento del sistema, donde las empresas no financieras están generando capital y pagando tanta deuda como pueden". También lo explica "la mayor capacidad de los bancos para prestar". El experto comenta un dato: la deuda corporativa suponía a mediados de 2014 un 150% del PIB, lejos del 190% de la crisis.
Un éxodo
Pero en paralelo a este proceso de desendeudamiento, es cierto que las grandes empresas sí están emitiendo deuda en mercado y por eso parece una incongruencia que haya menos bonos en circulación. Tiene un explicación: el éxodo de las empresas españolas para emitir sus bonos en mercados europeos como Dublín, Luxemburgo o Londres.
Más datos certifican esta huida. El año pasado (hasta noviembre), el volumen de colocaciones en los mercados de BME se redujo casi un 25%, según expone la gestora de la bolsa española. "Las razones hay que buscarlas en el proceso de deslocalización de las emisiones que se viene produciendo en nuestro país", argumentan en BME.
¿Por qué sucede este fenómeno? "Mientras en la renta variable hay cierto concepto político, de una necesidad de hacer patria y cotizar en España, en la parte de renta fija lo que los emisores necesitan es el dinero encima de la mesa lo más rápido posible", explica Javier Domínguez, socio director de Auriga y responsable de Auriga Bonos. "Lo que se emitió en 2014 en España correspondió fundamentalmente a colocaciones a medida de bancos españoles para sus clientes junto a operaciones de autopistas que se sienten cómodas con el inversor retail español", señala.
El experto opina que los emisores seguirán saliendo fuera mientras así lo consideren los sindicatos de bancos encargados de estas operaciones, por una cuestión de velocidad y agilidad. Motivos en los que diferentes organismos están concentrando esfuerzos. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) realizó cambios en octubre de 2013 en la normativa de renta fija para retener las emisiones en España intentando, sobre todo, agilizar el papeleo. Entre otras novedades, el supervisor redujo a 5 días hábiles su periodo tanto para verificar como para responder al borrador del folleto desde que recibe toda la documentación.
En España, también está ya permitido que el folleto se entregue solo en inglés y se puede emitir en cualquier divisa distinta al euro. Todo esto está diseñado exclusivamente para emisiones dirigidas a inversores institucionales, con desembolsos mínimos de 100.000 euros.