Bolsa, mercados y cotizaciones
Encuesta | ¿Hemos superado ya el optimismo y vamos camino de la euforia tras superar los 11.000?
La anterior vez que elEconomista realizó esta encuesta entre sus lectores fue a principios de año, cuando el Ibex 35 consiguió superar los 10.000 puntos y alcanzar la cota más alta desde 2011. En esa ocasión el sentimiento mayoritario entre los más de 900 participantes en la encuesta fue el optimismo (39,6% por ciento), seguido por la euforia (22,55%) y la esperanza (18,7 %).
Cuatro años ha tardado el selectivo español en superar la barrera de los 11.000 puntos. De hecho, es el segundo mercado más alcista de Europa con un alza anual superior al 11%. La superación de esta cota podría abrir las puertas a nuevas subidas ya que, tal y como apuntan los expertos de Ecotrader, el mercado está alcista.
"Después de las últimas y verticales subidas es normal que las bolsas europeas hayan optado por tomarse un descanso, formando una corrección que tiene visos de ser bastante vulnerable. La superación de antiguas resistencias, ahora soportes, planteó un escenario potencialmente alcista, en el cual seguimos confiando", apunta Joan Cabrero.
De hecho, desde que comenzó 2014, el índice de referencia español ha despedido todos los meses con balance positivo.
Ahora bien, no es oro todo lo que reluce. Las mejoras en las previsiones de beneficio no acaban de llegar, ya que caen un 6,6% desde enero. Una situación que unida a un PER (veces que el precio recoge el beneficio) en torno a las 17 veces, sitúa al selectivo español como uno de los más caros del Viejo Continente.
El sentimiento inversor
La teoría del sentimiento del inversor se fija en el comportamiento de los mercados desde una aproximación psicológica. Parte del supuesto de que las bolsas se mueven irracionalmente, en función de las percepciones que tienen los inversores, y no por la fuerza de los fundamentales de sus cotizadas.
En esta escala la fase de euforia supone la cumbre del ciclo alcista y el comienzo del declive progresivo hasta tocar fondo en el punto de desaliento, que es el que los expertos identifican como el de máxima oportunidad para invertir dado el abaratamiento de los activos.
Entre uno y otro extremo se pueden encontrar (de mayor a menor optimismo) las siguientes fases: ansiedad, negación de la evidencia, miedo, desesperación, pánico, capitulación (el sentimiento de "quizás la bolsa no sea para mí") y finalmente el desaliento, que da paso a la esperanza.