Bolsa, mercados y cotizaciones

RSC.- Fundación Salud y Comunidad (FSC) lanza una guía de recomendaciones para evitar la discriminación laboral femenina



    UGT Lleida ha denunciado que varias mujeres han sido rechazadas para puestos como camarera o dependienta por su aspecto físico

    MADRID, 23 (EUROPA PRESS)

    La Fundación Salud y Comunidad (FSC), con sede en Barcelona, ha elaborado un estudio con estrategias y recomendaciones para superar la discriminación laboral de la mujer, basándose en una investigación sobre las principales situaciones de este tipo que afrontan las mujeres en riesgo de exclusión social.

    Que las dificultades de las mujeres en el mundo laboral siguen siendo mayores que las de los hombres es la principal de las conclusiones de este análisis realizado con mujeres, empresas e intermediarios laborales por FSC en el marco del proyecto 'D+D: Mujeres doblemente discriminadas: Promoción de una cultura empresarial no discriminatoria'.

    El objetivo final del trabajo ha sido, precisamente, desarrollar una serie de materiales dirigidos a las empresas y al colectivo femenino para promocionar la inserción laboral de las mujeres en riesgo de exclusión y a prevenir y eliminar las situaciones de discriminación en el acceso al mercado laboral.

    Cofinanciado por el Fondo Social Europeo, el proyecto cuenta actualmente en Internet con un documento sobre 'Estrategias antidiscriminatorias' y los cuadernos 'Tres pasos para el acceso al empleo en igualdad de oportunidades' y 'Mujeres y mercado laboral: Superando barreras', ambos basados en los resultados del estudio.

    La finalidad es evitar las barreras que obstaculizan el acceso de la mujer al empleo en condiciones de igualdad, teniendo en cuenta que a menudo éstas se ven afectadas por más de una circunstancia discriminatoria: la que afecta a su condición femenina y otras como la edad, las discapacidades físicas o psíquicas, la pertenencia a culturas diferentes, etc.

    PROPUESTAS

    Entre las propuestas, se sugiere a las empresas y a las agencias de selección realizar una descripción "objetiva" de los puestos de trabajo para evitar requisitos innecesarios --como edad y sexo-- y así elegir al personal exclusivamente en función de sus competencias técnicas, de aptitud y actitud.

    Además, se emplaza a las empresas a estudiar el número de personas que forman la plantilla, desglosándola por género, edad, origen, discapacidad, etc, y consecuentemente "adoptar medidas que permitan reequilibrarla, sin olvidar nunca el uso de un lenguaje no discriminatorio".

    Las recomendaciones también sugieren contemplar la posibilidad de flexibilizar la gestión del tiempo de trabajo, en términos de horarios de entrada y salida, teletrabajo, comedores de empresa y vales para guarderías, todo ello sin promover la "adicción al trabajo, ni reforzar a los trabajadores que se excedan en sus horarios laborales".

    El análisis del estudio, realizado a 50 mujeres y 25 empresas e intermediarios laborales, "evidencia la discriminación que sufre la mujer en el acceso al mercado de trabajo, debido a la tendencia sexista existente en los procesos de selección".

    Además, destaca situaciones de discriminación múltiple que se suman a las concepciones sobre el rol de género femenino, y que vienen motivadas por la edad, la discapacidad física, o la condición de inmigrante o etnia diferente. La situación familiar de la mujer la sitúa también en una clara desventaja en el acceso al mercado laboral.

    DENUNCIA DE UGT

    En este sentido, los datos de este estudio coinciden con una denuncia hecha recientemente por el sindicato UGT de Lleida, en la que se enumeran diez casos de discriminación a mujeres por su aspecto físico.

    A su juicio, "los cánones de belleza imperantes en las pasarelas de moda han calado entre el mundo empresarial, que, al menos en casos como el comercio o la hostelería, discrimina a las mujeres por su aspecto físico a la hora de contratar", explica. El sindicato ha detectado un incremento de casos de mujeres a las que se ha negado un empleo, por ejemplo, por su sobrepeso.

    Dos de estas mujeres, una de ellas aspirante a camarera, y la otra a dependienta en una tienda de ropa de una céntrica calle de Lleida, fueron rechazadas para ocupar esos puestos por no tener el peso adecuado. La primera ha terminado trabajando en la cocina de uno de estos establecimientos y la segunda como envasadora de fruta.

    En palabras de la secretaria general de UGT Lleida, Rosa Palau, en el último año ha conocido al menos una decena de casos de mujeres a las que se ha vetado un puesto de trabajo por su aspecto físico. "Esto es un delito, una clara discriminación que atenta contra los derechos de esas trabajadoras", afirma Palau.

    "Lo más grave es que las personas que rechazaron a esas mujeres no tuvieron ningún reparo a la hora de informar a las candidatas del motivo por el que no se les dio ese empleo", señala la dirigente sindical.

    "En la mayoría de los casos, las trabajadoras sufren un auténtico drama, al quedar por los suelos su autoestima, y temen denunciarlo porque creen que si hacen pública esa discriminación aún les va a resultar más difícil encontrar un empleo", agrega Palau.

    La mayoría de los casos se da en el sector del comercio y, principalmente, con las grandes cadenas o franquicias. Palau ha llegado a la conclusión de que algunas de estas empresas lo tienen muy claro a la hora de seleccionar a su personal: "Joven, bonita y barata". "Ahora triunfa la talla treinta y cuatro y parece que aquellas mujeres que no son delgadas y bonitas no tienen derecho a trabajar", afirma.

    En la mayoría de los casos que han llegado hasta los despachos de UGT Lleida quedó claro que las aptitudes de las candidatas rechazadas "no se tuvieron en cuenta", ni tan siquiera se dio a estas mujeres la posibilidad de probar su valía. "La situación es preocupante, porque muchas mujeres sufren en silencio esta discriminación mientras que el mundo laboral les veta sus posibilidades de trabajar por ser obesas o poco agraciadas", concluye Palau.