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RSC.-Oceana y la Fundación SCH investigan conjuntamente praderas de bosques submarinos para recuperar las más degradadas
MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El catamarán de investigación de la organización de defensa del mar Oceana se encuentra actualmente en aguas de Almería para estudiar y documentar importantes comunidades de Cymodocea nodosa y Zostera marina, en colaboración con la Fundación SCH. En los últimos 20 años se han perdido en todo el mundo casi 3,5 millones de hectáreas de estos bosques submarinos.
Siguiendo la línea de actuación que la Fundación tiene establecida para la recuperación de espacios naturales, junto con el trabajo que desarrolla Oceana, se han puesto en común esfuerzos para que dos de las comunidades de fanerógamas más emblemáticas de Europa y el Norte de África, incluyendo el Mediterráneo, se estudien con el objetivo de solicitar su protección y se pongan en marcha planes de recuperación de las zonas más degradadas.
Para llevar a cabo los trabajos de documentación e investigación, a bordo del Oceana Ranger se encuentra ya un equipo de biólogos marinos estudiando la situación y las posibles actuaciones para conservar y recuperar estas praderas. También un equipo de profesionales de imagenes submarinas han obtenido documentación fotográfica y de vídeo de estas praderas de fanerógamas en las zonas costeras de Almería, así como de la Comunidad Valenciana.
La elección de Almería para desarrollar este trabajo conjunto se debe, según explica Oceana en un comunicado, a que en esta zona se hacen patentes unas características que podrían convertirla en la de mayor interés del Mediterráneo, ya que las praderas de fanerógamas que se encuentran aquí presentan importantes ventajas, como el hecho de que, al ser una zona de transición Mediterránea/Atlántica, ofrezca una alta diversidad de especies.
Algunas de las praderas mejor conservadas se encuentran en Cabo de Gata, Golfo de Vera y Golfo de Almería, siendo además lugares de interés para otros proyectos marinos, como los dedicados a la protección de mamíferos y tortugas marinas.
Uno de los aspectos más destacables de este trabajo conjunto que están realizando Oceana y la Fundación SCH es que la experiencia en estas zonas "puede ser extrapolable a otros lugares del litoral español", ya que todas las Comunidades Autónomas costeras (incluyendo Canarias) albergan comunidades de Cymodocea y Zostera.
Esta iniciativa conjunta tiene como uno de sus objetivos presentar a principios de 2007 a la Unión Europea una propuesta de inclusión de estas especies mediante un infome catalogado y documentado para proteger las comunidades de Cymodocea y Zostera, al igual que se hizo ya con las praderas de Posidonia oceanica en el Mediterráneo, y proponer un plan de gestión que abarque una zona más amplia con un número de hábitats protegidos.
Igualmente, se analizará la importancia ecológica, pesquera y económica de estas comunidades para las poblaciones costeras que las albergan y se evaluarán las posibilidades de recuperación de las zonas degradadas. El resultado final de esta investigación se presentará conjuntamente en Madrid a comienzos de 2007.
PROPUESTA CONJUNTA
La propuesta conjunta de Oceana y la Fundación SCH de un plan de gestión conjunto "redundaría en una reducción de costes de gestión, patrulleras para toda la zona y establecer zonificación con distintos usos: zonas de máxima protección, zonas de pesca artesanal, zonas recreativas, etc", explica la organización.
Durante los últimos dos meses, Oceana también ha estado documentando praderas marinas en Italia, Francia y otras costas españolas. Los bosques que forman estas praderas son normalmente denominados con los nombres de las especies más carácterísticas que pueden encontarse en ellos.
Así, los formados por Cymodocea nodosa se llaman prados del caballito de mar, mientras que los de las dos especies de Zostera se conocen como prados de anguila. Durante 2005, la expedición transoceánica que realizó Oceana también pudo documentar las praderas del Caribe y Atlántico Oeste, entre ellas los prados de tortuga (Thalassia testudinum) y los prados de manatí (Syringodium filiforme).
Pese a la importancia de estas praderas marinas, "sólo la Posidonia oceanica está incluida en la legislación europea como hábitat protegido y prioritario, sin embargo el resto no goza de esta protección".
"La pérdida de estos bosques sumergidos lleva un ritmo superior al de los bosques tropicales", recuerda Oceana, que añade que en el Mediterráneo "se ha perdido ya casi el 50% de su extensión, y en todo el mundo el área que ha desaparecido en apenas dos décadas es de cerca de 3,5 millones de hectáreas, lo que equivale aproximadamente al 20% de la superficie que existía en los años ochenta".