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Economía/(Ampliación).-El MAPA pide que todas las partes "compartan el riesgo y el negocio" de los cultivos energéticos



    SANTANDER, 18 (EUROPA PRESS)

    El subsecretario de Agricultura y Alimentación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA), Santiago Menéndez de Luarca, aseguró hoy que la investigación de cultivos energéticos está "en una situación de cambio tal", que es "fundamental" que "todos los que están en la cadena, la producción, investigación, administración y la industria, compartan el riesgo pero también el negocio".

    "Es fundamental para el desarrollo sostenible trabajar al unísono, las organizaciones agrarias, las empresas productoras de energía, la investigación, la financiación, todos los agentes", recalcó Menéndez de Luarca, que clausuró hoy el curso 'El sector agroalimentario, entre la producción y el ahorro energético' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander.

    El subsecretario de Agricultura del MAPA indicó que "las cooperativas ya están produciendo materia prima para las grandes industrias energéticas", que la distribuyen, en la línea mantenida por el Ministerio, que considera que "todo el mundo tiene que salir beneficiado".

    Así, Menéndez de Luarca apuntó que "probablemente es cierto que tiene que haber ayudas a la producción energética, como así lo contempla la propia normativa comunitaria" y manifestó, contra la idea de que el sector primario "está hipersubvencionado", que si la sociedad quiere "tener otras fuentes energéticas y no depender tanto como ahora de la energía fósil", lo "tiene que pagar", "no sólo el agricultor", que "no es una ONG", remarcó.

    En un encuentro con los medios de comunicación, el representante del MAPA reafirmó "el triple papel que tiene el medio rural, tanto en la producción alimentaria, como desde el punto de vista medioambiental en un doble sentido, por un lado, es una alternativa en la producción energética y, por otro lado, un sumidero de carbónico", dijo.

    Además, el subsecretario aseguró que "el medio rural ha sido siempre mucho más dinámico de lo que la sociedad urbana ha entendido", hasta el punto de que "es capaz de cambiar y aumentar las productividades". Sin embargo, señaló, se ha estado "trabajando siempre en la búsqueda de alimentos en cantidad y calidad" y "sin despreciar eso, todos tenemos que trabajar ahora en buscar fuentes de energía", apostilló.

    Por otro lado, Menéndez de Luarca aseguró que "el papel de las cooperativas en la comercialización es fundamental", porque a los productores les resulta "muy difícil" tratar de uno en uno con las grandes compañías. Por ello, dijo que su "papel" se contemplará "casi con seguridad en la propia Ley de Desarrollo Rural Sostenible", concluyó.

    'CONTRIBUCIÓN AL BIENESTAR'

    Para Menéndez de Luarca la actividad agraria funciona "a contracorriente" de lo que hacen el resto de actividades económicas: produce alimentos y materias primas vegetales, al tiempo que opera como sumidero neto de CO2. Sin embargo, "el paradigma que se está imponiendo en los últimos tiempos en la sociedad resalta su influencia en la contaminación de recursos hídricos, su excesivo consumo de estos y los cuantiosos recursos públicos que exige su mantenimiento".

    Pero también, destacó, que "sería injusto no reconocer la contribución de nuestra agricultura al estado de bienestar de nuestras sociedades desarrolladas proveyendo de materias primas al mejor sistema agroalimentario del que jamás se ha disfrutado", del que se benefician más de 45 millones de ciudadanos, exporta por un valor superior a 22.000 millones de euros y es la base de un sector agroindustrial que representa más del 12 por ciento de nuestro Producto Interior Bruto (PIB), explicó.

    "Ahora se pide un nuevo servicio a la agricultura para que derive parte de su capacidad productiva hacia la producción de energías renovables y para que el espacio rural sea el escenario logístico en el que se vaya desplegando un modelo energético que forzosamente deberá ser, según los expertos, más descentralizado y distribuido que el actual, reconociendo que la agricultura puede contribuir de forma eficiente a la oferta de energías renovables, bio-diesel, bioetanol y biomasa".

    Según el subsecretario del MAPA, "la aportación más valiosa que se puede ofrecer en este momento es la etiqueta de sostenibilidad, el 'label-bio' que presta a un sistema energético seriamente cuestionado por la opinión pública".

    Menéndez de Luarca afirmó que "se necesita producir biomasa y otros productos bioenergéticos renovables" y dijo que "la inercia" de 10.000 años de orientar la agricultura hacia las buenas características alimentarias, si bien "inicialmente está resultando un obstáculo", puede ser también "una fortaleza". Ahora que casi se ha instalado el paradigma del fin de la historia de la agricultura alimentaria, aparece el de la producción de energías renovables, indicó.

    Por último, afirmó que "se debe elaborar un marco normativo que facilite las nuevas funciones que debe cumplir el sistema productivo y de transformación, orientar recursos de investigación hacia la producción o adaptación de material vegetal mejor especializado en la nueva función".