Bolsa, mercados y cotizaciones

La calma del BCE se enfrenta a las urgencias del mercado



    La reunión del jueves del Banco Central Europeo (BCE) será una buena prueba para revisar el grado de racionalidad del mercado. Desde que el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, abriese la mano a más medidas expansivas de la entidad la semana pasada, la bolsa se ha animado y los bonos siguen su tendencia a la baja (en rentabilidad).

    Ganancias que ponen a los principales selectivos a un paso de máximos anuales y a los tipos de interés de la renta fija soberana en mínimos. Una situación que refleja la confianza de los inversores en que el BCE vaya a mover ficha, una opinión que no comparten los expertos.

    Los analistas se decantan, de forma casi unánime, por la opinión de que dejará pasar algo más de tiempo antes de tomar ninguna decisión. En todo caso, esperan palabras proactivas del presidente de la entidad, Mario Draghi, que podría dejar de lado la actitud neutral adoptada en las dos últimas reuniones.

    De este modo, la no sorpresa que esperan los expertos podría convertirse una auténtica bomba de relojería en un mercado que se encuentra en zona de resistencias. "El BCE se guarda las medidas extraordinarias para el momento en el que se deteriore la situación macroeconómica en la eurozona", advierte Estefanía Ponte, analista de Cortal Consors.

    A pesar de la debilidad de la inflación que refleja el indicador adelantado del IPC de marzo -se situó en el 0,5%, mínimos desde noviembre de 2009-, los expertos creen que Draghi optará por esperar a recopilar más información durante un periodo más dilatado. De esta forma, pretende ganar un poco más de tiempo y construir unas previsiones más sólidas respecto a la evolución de los precios. En cualquier caso, la opinión que expresará Draghi es la que viene siendo la tónica de las últimas reuniones: "las expectativas de inflación se mantienen firmemente ancladas por debajo pero cerca del 2%". Esto es, cumplirá con su mandato de política monetaria; puede que no sea una matrícula de honor, ya que el IPC acumula ocho meses lejos de estos niveles, pero, al menos, es un suficiente.

    Lo que sí esperan los analistas es un discurso más contundente de Draghi en el que recuerde el amplio abanico de políticas de expansión monetaria que maneja la entidad. Entre ellas, se baraja la de rebajar los tipos de interés oficiales, que se encuentran actualmente en el mínimo histórico del 0,25%; situar la facilidad de depósito en terreno negativo; poner en marcha medidas de expansión de la liquidez, bien con compras de activos o bien con créditos a la banca (LTRO); o dejar de esterilizar el programa de compra de deuda.