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Vinci hace acopio de 'excusas' para atacar sus máximos históricos
La vida, en último término, es un cúmulo de causas y consecuencias. En abstracto, motivos y excusas que cada cual intenta acumular para pasar factura a la vida en el futuro. Vinci está haciendo acopio de buenas razones para conseguir atacar sus máximos históricos previos a la crisis, del año 2007. El último pretexto de la concesionaria francesa es el sobresaliente que ha conseguido para su calificación crediticia de la agencia Standard & Poor's. La firma estadounidense revisó ayer al alza el rating de Vinci hasta A- desde BBB+.
La fuerte generación de caja y el sólido beneficio bruto (ebitda) que presenta la compañía son los puntos principales en los que se apoya S&P para elevar el rating de la firma francesa. Además, los esfuerzos de la compañía para rebajar su endeudamiento darán resultados positivos en los próximos meses. El consenso de mercado recogido por FactSet espera que Vinci reduzca su ratio de apalancamiento en torno a un 10% anual hasta 2018.
Si la concesionaria francesa cerró el año 2013 con una deuda sobre su ebitda de 2,57 veces, en 2016 ya podría ser inferior a las 2 veces. En el caso de Vinci las previsiones son más sencillas y a la vez, más acertadas, ya que la reducción de su deuda se sustenta sobre su sólida generación de caja. Así lo destaca S&P en su comunicado: "Vinci continuará generando un fuerte flujo libre de caja gracias a la estabilidad de sus concesiones", lo que garantiza un buen rating para los próximos años.
El accionista de Vinci (DG.PA) también obtiene su recompensa de la sólida posición financiera de la empresa, a través del dividendo. La compañía reparte dos pagos entre sus inversores, uno en abril con el que abonará 1,22 euros por acción con cargo a los resultados de 2013 (la fecha de corte para recibir el pago es el próximo día 25 y el pago se realiza el 30) y otro en noviembre, a cuenta de los beneficios conseguidos en el ejercicio en curso.
La rentabilidad está garantizada... y seguirá en ascenso en los próximos años. La banca de inversión estima la rentabilidad por dividendo para 2014 será del 3,36% y que en dos años podría aumentar casi un 10%, hasta superar el 3,65% en 2016. En un contexto en el que la retribución al ahorro en activos de renta fija está en el entorno de mínimos históricos, la rentabilidad que ofrecen los títulos de Vinci es todavía más atractiva.
A medida que se aproxime la fecha de corte de su próximo dividendo, lo normal es que los títulos de la firma gala se calienten en bolsa, lo que podría acercar al título a sus máximos históricos previos a la crisis. Sus acciones están ya a menos de un 15% de las cifras históricas de mayo de 2007 y, además, no se enfrentan a ninguna dificultad técnica importante. "El título es alcista en todos los plazos y se encuentra claramente en subida libre", explica Joan Cabrero, analista de Ágora A.F.
Riesgos financieros
La calificación de sobresaliente para Vinci por parte de Standard & Poor's llega dos semanas después de que Fitch reafirmara el BBB+ de la firma gala basada en su sólida posición financiera y las buenas perspectivas para los próximos años. De hecho, las únicas posibilidades de que entre en un escenario de revisiones a la baja de su rating pasan por que la firma se lanzase a realizar movimientos corporativos que impidan reducir su ratio de endeudamiento; o bien por una caída del peso del negocio de infraestructuras por debajo del 50% de su ebitda.
Si bien es cierto que las concesiones por servicios urbanos de Vinci son sólidos y generan una situación de estabilidad para la compañía, es el negocio de infraestructuras el que debe sostener el crecimiento de la empresa.