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China: el 'dragón rojo' inmola sus primeros peones por impago

  • Podría iniciar una 'purga' para eliminar las compañías menos rentables


En el nuevo tablero de ajedrez que ha planteado China para su economía sobran los peones más endebles. Aquellas empresas con una rentabilidad menor y altamente endeudadas que las autoridades podrían comenzar a retirar de forma progresiva y ordenada. Una especie de purga del tejido empresarial de aquellas compañías menos solventes y viables.

En los últimos lustros, el Gobierno chino ha frenado los posibles impagos de empresas del país, pero en esta ocasión, el primer ministro del país, Li Keqiang, explicó que el default de Chaori Solar era "inevitable". La compañía se declaró incapaz de pagar los intereses de los bonos emitidos hace dos años por valor de 89,8 millones de yuanes (unos 10,4 millones de euros) el pasado 4 de marzo. Esta semana ha surgido otro rumor de impago que todavía no está confirmado, el de Baoding Tianwei Baobian Electric.

Una situación que ha provocado que algunos analistas hayan expresado su temor de que China se enfrente a un momento Lehman Brothers debido al elevado endeudamiento existente en el país. Sin embargo, también hay quien destaca que esta situación no es sino un paso más de China para controlar el crecimiento del crédito en el país y para eliminar aquellas empresas que no sean viables. "Forma parte de un plan de quiebras controladas de empresas con un elevado endeudamiento y que tienen como principal acreedor a los propios bancos chinos", explica Javier Santacruz, analista de Oro y Finanzas.

Que no cunda el pánico

Los expertos son optimistas en cuanto a la dirección que están tomando las autoridades chinas. "Es una noticia positiva porque una economía normal necesita impagos para ajustar el precio de los bonos y otros productos de deuda", explican desde Bank of America. Además, "los defaults de bonos podrían expandirse, lo que podría ser visto como una reducción de productos de elevado riesgo", señalan desde la entidad. En el país hay más de 250 empresas cuyo pasivo exigible dobla los fondos propios, explica Santacruz, que podrían seguir el camino de Chaori Solar.

La lectura de los inversores debe ser fría, ya que, "a pesar de que la situación financiera en China es muy opaca, la experiencia real es que es una cuestión esencialmente interna", los acreedores son los bancos del país, explica Flores. "Creo que tendrán mucho cuidado de no afectar a inversores internacionales en las quiebras", indica Santacruz.

Es posible que surja una corriente de alarma ante esta situación que lleve a muchos inversores a dejar el país. La presencia de fondos de inversión en deuda corporativa en el país es limitada: del universo de fondos recogidos por Morningstar, en ninguno las exposiciones sobre bonos corporativos en el país no supera el 15% y, además, su objetivo se centra en empresas grandes y con unas ratios de endeudamiento menores.

Sólo es un capítulo

El inicio de esta demolición controlada es sólo un capítulo dentro de la transformación de China. Las autoridades pretenden transformar su modelo de crecimiento, de una economía exportadora hacia otra centrada en el consumo interno. Uno de los objetivos es frenar la burbuja de crédito (el tamaño total de su deuda, pública y privada, supera el 200% del PIB) y lo están haciendo con retiradas de liquidez del sistema financiero. La reacción de la bolsa ha sido bajista, también afectada por los malos datos del sector exterior. Desde que Chaori Solar cayese en impago, el índice Hang Seng de la bolsa de Hong Kong acumula una caída superior al 4%.