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Todos con Seattle Seahawks: el Dow Jones subirá si ganan la Super Bowl
- Según la procedencia del vencedor de la final el selectivo será alcista o no
Los Ángeles, 15 de enero de 1967. Tras haber derrotado días atrás a los Dallas Cowboys en la final de su conferencia (liga), los Green Bay Packers de Wisconsin ganan por 35 a 10 a los Kansas City Chiefs de Misuri -que previamente habían derrotado a los Buffalo Bills- en la que está considerada como la primera final de la historia de la Super Bowl, el partido por el campeonato que disputan los ganadores de las dos grandes conferencias de EEUU, la AFL y la NFL.
La considerable rivalidad entre las dos ligas competidoras venía marcada por la idea de que en aquel momento el mejor equipo de la casi naciente AFL era inferior al campeón de la NFL.
Nueva Orleans, 3 de febrero de 2013. Los Baltimore Ravens ganan a los San Francisco 49ers en la cuadragésimo séptima final entre los ganadores de ambas conferencias, la última que se ha celebrado hasta la fecha.
Se trata del primer y del último partido de la Super Bowl que se ha disputado hasta la fecha en EEUU en toda su historia. Entre ambas fechas ya han pasado 47 años con sus consecuentes ejercicios económicos. Y en la mayoría de ellos se ha producido un aforismo que guarda un paralelismo con el comportamiento anual que registra el Dow Jones -el selectivo industrial de Wall Street- en el ejercicio en el que se disputa.
No en vano, en más de un 80% de los casos desde que se celebra este partido se ha dado una relación positiva entre un ganador con raíces en la antigua NFL, la actual conferencia NFC, y un Dow Jones alcista, algo de lo que fue consciente por primera vez el periodista deportivo Koppet Leonard en 1987.
En la actualidad, la liga nacional de fútbol americano (NFL por sus siglas en inglés), al igual que muchas de los campeonatos deportivos que discurren en este país -baloncesto, hockey y béisbol entre otros- está dividida en dos conferencias, la americana o AFC y la nacional o NFC.
La AFL, -que hasta 1967 era una liga independiente que contaba con 10 equipos- se integró como una conferencia en la NFL, que reunía a 16 equipos que pasaron a formar parte de la conferencia denominada NFC. Fue en ese momento cuando la liga de EEUU quedó unificada en un solo campeonato con dos conferencias (AFC y NFC) que tenían 13 equipos cada una en su haber, ya que los Pittsburg Steelers, los Baltimore Colts y los Cleveland Browns tuvieron que cambiar de conferencia para poder equilibrar el número de franquicias (así se denomina a los equipos en EEUU), pasando todas ellos de la NFC a la AFC.
La rivalidad histórica que se da entre ellas tiene fiel reflejo en lo que ocurre en el parqué. En caso de que el ganador del encuentro sea un equipo con raíces en la antigua NFL, es decir, la actual conferencia NFC, el selectivo industrial logrará subir en Wall Street durante ese año. Si por el contrario la franquicia derrotada pertenece a esta misma conferencia, el signo del índice será negativo cuando acabe el ejercicio.
Por ello cada día de Super Bowl se pueden ver en los bares cercanos a Wall Street a alcistas y bajistas -toros y osos- dando su apoyo moral a los ganadores de uno u otro lado del país.
Quizás por ello Al Pacino en su papel como el entrenador Tony D'Amato en la película Un domingo cualquiera, se mostraba tan exaltado tratando de transmitir a sus jugadores la transcendencia deportiva... y también económica de este evento: "Descubres que la vida es cuestión de pulgadas, como el fútbol. Porque en cada juego -ya sea la vida o el fútbol- el margen de error es muy pequeño. En cada lucha aquel que va a muerte es el que gana ese terreno", señalaba el actor en su apasionado discurso pronunciado en el vestuario en mitad del partido.
San Francisco, el deseado
Este año, en los bares de Wall Street las miradas se centraban en la final de la conferencia nacional. No en vano, los toros de Wall Street esperaban con ansia que los San Francisco 49ers fueran los ganadores de este partido para acceder así a la Super Bowl.
¿La razón? Desde 1967, en cinco de las seis ocasiones en las que esta franquicia ha conseguido estar en el gran partido del año, el Dow Jones ha registrado un avance superior al 19%. Por eso los toros siempre quieren que el equipo con sede en el estado de California esté en la Super Bowl, ya sea ganando o perdiendo.
De hecho, tres de los campeonatos que han conseguido los 49ers estuvieron acompañados de ganancias anuales que rondaron el 30% para el Dow Jones. Algo que desde 1967 hasta la fecha, sólo ha ocurrido en una proporción superior cuando los Pittsburgh Steelersde Pensilvania ganaron el campeonato en 1975.
Denver, enemigos del aforismo
No obstante, este año no será posible que los 49ers se den cita en la Super Bowl. Los culpables de ello han sido los Seattle Seahawks, que en la final de la conferencia lograron batir al equipo californiano por 23 a 17, erigiéndose así como aspirantes al titulo y a conseguir que el Dow Jones registre alzas.
Las expectativas de los alcistas están puestas en los halcones marinos de Seattle. Se trata de un equipo que entró a formar parte de la NFL en 1976 junto con los Tampa Bay Buccaneers y que aún no ha conseguido ganar ninguna Super Bowl.
De hecho, su mayor logro hasta ahora es el de haber llegado a la gran final. Un hito que logró en 2006, cuando fueron batidos por los Pittsburgh Steelers en un partido marcado de principio a fin por la polémica arbitral.
Por su parte, las esperanzas de los bajistas están puestas en los Denver Broncos, el equipo de la AFC que aspira al ansiado título tras haber conseguido derrotar a los New England Patriots.
No obstante, sus esperanzas tienen un menor respaldo si se tiene en cuenta el componente histórico. De hecho, de las nueve ocasiones en las que la correlación entre bolsa y fútbol americano no ha funcionado, este equipo ha estado presente en cuatro de ellas: 1978, 1990, 1998 y 1999.
En 2013 también funcionó
Durante los últimos años de la década de los 60 y a lo largo de los 70 este indicador tuvo una extraordinaria tasa de acierto que ha favorecido que su porcentaje de éxito ronde el 80 por ciento.
En la última ocasión en que se disputó la Super Bowl, el pasado 3 de febrero de 2013, el aforismo de la Super Bowl se cumplió una vez más. En este caso, los Baltimore Ravens fueron los ganadores del partido y la bolsa subió más de un 19%.
Y es que pese a que este último equipo pertenezca en estos momentos a la conferencia AFC, que siempre es sinónimo de un ejercicio bajista, se considera que el equipo de Baltimore pertenece a la conferencia NFC por hundir sus raíces históricas en ella.
De hecho, no se veía una racha tan larga en la que esta correlación haya funcionado desde 1991, cuando se encadenaron nada menos que 7 ocasiones consecutivas (hasta 1997) en las que se cumplió este aforismo (ver gráfico).
La suerte ya está echada y únicamente queda esperar a que los dos equipos demuestren en el campo sus fortalezas para lograr llevarse el partido. Todo ello tendrá lugar en el MetLife Stadium de East Rutherford, Nueva Jersey, en uno de los ambientes más fríos que se recuerdan, ya que a pesar del calor de la que siempre hace gala la afición, hay previsión de nieve en la ciudad para principios de febrero.
Lo que es evidente es que Wall Street tiene como favorito este año a los Seahawks para lograr el sexto ejercicio consecutivo de ganancias a pesar de que únicamente ha jugado una única Super Bowl en su historia... y la perdió.