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¡Nuevo récord! España capta 10.000 millones en una sola emisión de deuda
El 22 de enero se ha convertido en una fecha para recordar. Cuando se cumplía exactamente un año desde que España lograba la mayor demanda en una emisión de deuda pública, el Tesoro español arrasó este récord con una nueva colocación histórica.
El organismo encargado de obtener financiación para España a través de subastas de deuda cerró una emisión sindicada a 10 años con la que en un solo día captó 10.000 millones de euros, la cifra más alta conseguida nunca en una colocación. El Tesoro pudo cerrar una operación de tales dimensiones gracias a que contó con una demanda también histórica. El apetito de los inversores por la deuda española visto en los últimos meses no hizo más que confirmarse, con más de 450 demandantes que hicieron peticiones por valor de 39.600 millones de euros. "El interés que reflejan los casi 40.000 millones de demanda es simplemente espectacular", califica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. Es más, algunos expertos se atreven a considerar que podría tratarse de la mayor demanda que ha recibido nunca un país europeo.
El propio Ministerio de Economía señaló que "la operación ha sido un rotundo éxito, tanto por volumen de demanda como por rentabilidad". Y es que el respaldo de los inversores, un 60% de ellos internacionales, permitió además ajustar el precio. El coste por colocar esta deuda se quedó en el 3,845%, por debajo del previsto. El diferencial fue de 178 puntos básicos sobre el interés de referencia en el mercado interbancario (midswap).
Se trata de una nueva referencia de bonos a 10 años con vencimiento el 30 de abril de 2024 que pagará un cupón al inversor del 3,8% y con la que el Tesoro logró financiarse a un interés similar al que cotizaban los bonos españoles a 10 años en el mercado secundario. El coste fue, por tanto, la mitad de lo que llegaron a reclamar los inversores en mercado por títulos a ese plazo en el peor momento de la crisis de deuda (un 7,6% en julio de 2012). Además, supuso una gran reducción desde la última vez que España logró un récord de demanda, hace un año, donde se pidió el 5,4%.
En estos casos, la lectura siempre es doble. La noticia objetiva es que esta nueva colocación sigue engordando la deuda de España, que según los últimos datos ya alcanza el 93,4% del PIB, pero la buena es que el coste de la deuda sigue reduciéndose. "Si conseguimos renovar los vencimientos de los próximos dos años al tipo medio del 2,25% -así cotiza el bono español a 5 años-, a pesar de tener más deuda dentro de dos años, el coste financiero medio bajaría del 4,33% actual a niveles en torno al 3,6%", señala Miguel Ángel Paz, director de gestión de Unicorp.
¿Más recorrido a la baja?
Pese al interés que mostraron los inversores por comprar deuda española, la mayoría de expertos considera que el bono español a 10 años se moverá este año en torno a los rendimientos a los que cotiza ahora -cerró en el 3,73%-. "Por el momento vemos un mercado estable en los niveles de rentabilidad actuales", opina Martínez Campuzano, que explica que "la oferta de papel seguirá siendo alta" y que "el rally en lo que llevamos de enero ha sido impresionante y necesitamos consolidar".
Para Marian Fernández, directora de estrategia de Inversis, el bono español a largo plazo está en un momento a "vigilar", pues ya se asoma a la parte baja del rango previsto por la firma para este año, el 3,7-3,9%.
Eso sí, algunos expertos echaron en falta que el bono se beneficiase del éxito de la subasta. "De haberse celebrado esta subasta en otro día en que las bolsas fuesen más alcistas, la caída de la rentabilidad de la deuda española en el mercado secundario hubiese sido significativa, acercándonos más a niveles del 3,5%", indica Daniel Pingarrón, desde IG.
Ventajas de la emisión
Era la primera vez que el Tesoro recurría este año a una emisión sindicada, en la que encarga a una serie de bancos la colocación privada de la deuda en lugar de venderla con una subasta pública -en este caso se encomendó a BBVA, Santander, Barclays, Citigroup, Goldman Sachs y Société Générale-.
Este tipo de emisiones permiten acercar la deuda a inversores que no suelen acudir a las colocaciones habituales. Así, las gestoras de fondos coparon el 41% de la participación junto a las tesorerías bancarias, que representaron el 32%. Las aseguradoras y fondos de pensiones significaron un 17% y los bancos centrales, un 4%. Por países, no fueron los de la zona euro los más interesados. Reino Unido e Irlanda participaron con un 29%, seguidos de EEUU, con un 8%; los países escandinavos con un 6%; y Francia y Alemania con un 5 y 4%.
Con esta operación el Tesoro también se adelanta en el calendario previsto para las emisiones de deuda. Sin ni siquiera haber acabado el primer mes del año, ya reúne el 16,6% de su objetivo de financiación a medio y largo plazo para 2014. El año pasado por estas fechas había captado el 15%.