Bolsa, mercados y cotizaciones
Por qué nadie recomienda invertir en Latinoamérica
- Estos países están a merced de la volatilidad generada por los bancos centrales.
- Su esperanza está en las 'commodities'
Los países del continente Sudamericano están a merced de la volatilidad generada por los bancos centrales. Su principal esperanza pasa por la recuperación de las materias primas.
Las quinielas de inversión de la mayor parte de casas de análisis para 2014 han borrado el apartado de Latinoamérica. Los países de la región podrían ser los que paguen los platos rotos de una política monetaria ultraexpansiva sin precedentes.
Las corrientes de inversión que han provocado las distintas inyecciones de liquidez de grandes entidades como la Reserva Federal (Fed) o el Banco de Japón (BoJ) han provocado importantes desequilibrios en la balanza de pagos de países como Brasil, primero por la entrada de divisas extranjeras en busca de rentabilidades atractivas, y ahora con la salida del capital que vuelve a los países de origen.
El fin de los estímulos de la Fed, que podría llegar esta misma semana (el miércoles revisa su política monetaria), amenaza con que se acelere el proceso de repatriación de divisas, lo que generaría una nueva oleada de venta de monedas latinoamericanas para volver a comprar dólares. En el caso de Japón, ocurre una situación opuesta pero que produce los mismos efectos nocivos para la región: la millonaria inyección de liquidez que realiza el BoJ mes a mes es el catalizador del avance del Nikkei, que gana casi un 60% en el último año, lo que atrae más inversores con la esperanza de que mantenga su avance.
"La repatriación del dinero ha afectado a Brasil, muchos inversores se han ido al Nikkei", explica Alessandro Tentori, jefe de Estrategia de tipos de interés internacionales de Citi.
La balanza de pagos de Brasil refleja a la perfección los dos momentos vividos durante los últimos años. En primer lugar una avalancha de dólares procedentes de EEUU: firmó 46 meses consecutivos de superávit de pagos (entre febrero de 2009 y noviembre de 2012), pero ahora lleva tres meses consecutivos de déficit.
Divisas en rojo
A pesar de la debilidad que ha mostrado el dólar respecto a las divisas europeas, ninguna de las monedas latinoamericanas consigue batir este año al billete verde. Al margen del comportamiento de los mercados intervenidos del peso argentino y el bolívar venezolano (que también caen un 22 y un 32% respectivamente en el año); el real brasileño, el peso chileno o el colombiano o el sol peruano: todos ceden posiciones frente al dólar o al euro con fuerza (entre el 12 y el 8% en 2013).
Uno de los efectos secundarios más nocivos de la caída de las divisas es el encarecimiento de las importaciones, que hace un flaco favor a los bancos centrales de los distintos países para intentar controlar la inflación.
Brasil es el ejemplo perfecto de esta situación y la principal preocupación de los analistas. La economía del país se sigue enfriando e incluso podría caer en recesión si en el cuarto trimestre del año repite la contracción del tercero, en el que su PIB cayó un 0,5% trimestral. Su débil economía se ve más perjudicada por las actuaciones del Banco de Brasil, que se ha visto obligado a subir los tipos de interés oficiales en 6 veces en lo que va de año, desde el 7,25 al 10% para frenar el avance del IPC. "El riesgo de estanflación en Brasil (inflación con estancamiento económico) aumenta al tiempo que su economía naufraga", explica Craig Botham, economista de mercados emergentes de Schroders.
Este mal momento económico de algunos países latinoamericanos encuentra su fiel reflejo en su mercado de valores. Mientras que los índices de los países desarrollados apuntan a cerrar el ejercicio con ganancias de dos dígitos, las bolsas de los mercados latinoamericanos despedirán el año con pérdidas que van desde el 26 por ciento de Perú hasta el 4,7 por ciento de México.
Datos muy negativos que sin embargo no obedecen tanto a sus previsiones económicas como tal, al menos a largo plazo- desde Schroders esperan que la región crezca un 3,7% de media en los próximos diez años frente al 1,7% que se espera para los países del G7- como a la expectativa de que el superciclo de las materias primas de los últimos años haya tocado ya su techo.
¿Cuándo será momento de invertir?
Bastan solo unos datos para entender el por qué. Según calcula Schroders, el 62,5% de todo lo que exporta Brasil son commodities y la cifra aumenta hasta el 77% en el caso de Perú y al 66% en lo que respecta a Chile. Es decir, las materias primas suponen una descomunal fuente de ingresos por lo que una caída de los precios de las commodities influye muy negativamente en su economía.
Que esta situación mejore el próximo año o no dependerá en gran medida de China. No en vano, una ralentización del gigante asiático, que es el primer exportador de materias primas del mundo, influye muy negativamente en el precio de las commodities como ya se ha visto este año cuando el oro y plata van camino de cerrar con pérdidas de entre el 20 y el 30%, tras diez años consecutivos al alza, y el cobre despedirá el ejercicio con pérdidas del 8%.
"En los últimos años la demanda de commodities en China ha sido muy alta gracias a la gran capacidad inversora pero ahora quieren pasar a ser una economía basada más en el consumo lo que reducirá su demanda de commodities", afirma Alan Ayres, gestor de Schroder Latin America Equities. No en vano, uno de los grandes objetivos del último Pleno del Partido Comunista chino pasa por duplicar la renta per cápita de sus ciudadanos de aquí a diez años
Y esto, además de influir muy negativamente en los productos que invierten en materias primas, lo hace de una manera casi igual de fulgurante en los fondos que destinan su cartera a los mercados latinoamericanos. No en vano, de media los fondos que invierten en estos mercados pierden un 17% este año, según los datos de Morningstar.
La pregunta llegados a este punto es ¿cuándo puede ser un buen momento para volver a ellos? Todo dependerá de la evolución de las materias primas y aunque a grandes rasgos las previsiones no son muy halagüeñas, hay algunas que sí pueden estar tocando ya su suelo. "Los metales preciosos, siguiendo la estela de lo que hizo previamente el crudo West Texas, podrían estar sentando las bases de un próximo movimiento alcista importante. Habrá que seguir atentos esta posibilidad", afirma Joan Cabrero, estratega de Ágora AF para Ecotrader.
Si ese movimiento tarda en producirse, la mejor opción para quien busque alternativas en Latinoamérica pasa por México. "Saldrá beneficiado si EEUU mejora sus expectativas económicas", asegura Ayres. Además, el peso de las materias primas en sus exportaciones es del 18%, el más bajo de todos los países de la región. Quizá por ello sea también el que menos pierde en bolsa este año: un 4%.