Bolsa, mercados y cotizaciones

Premio al primer año del 'Abenomics' con ganancias para el Nikkei del 60%

  • Los analistas ven más potencial alcista para el Nikkei
  • El yen seguirá depreciándose según los bancos de inversión
  • El país encara su primera subida del impuesto sobre el consumo en 16 años


Japón necesitaba un golpe de timón y finalmente se produjo hace un año. El 16 de diciembre Shinzo Abe conseguía la victoria en las elecciones adelantadas convocadas por su predecesor en el cargo, Yoshihiko Noda. El presidente elegido por los ciudadanos era, además, la opción preferida por los inversores, que desde el primer momento celebraron su victoria. Sus motivos tenían.

Un año después, la euforia sigue en el parqué japonés. Analistas e inversores siguen positivos con el Nikkei y, correspondientemente, bajistas con el yen. El selectivo de la bolsa de Tokio ha avanzado casi un 60% en el último año, hasta el punto de marcar máximos desde el año 2007. Un ritmo alcista que se refuerza con la caída del yen. La correlación negativa entre la divisa y la bolsa este año ha sido perfecta y el yen ha caído hasta mínimos de 2008 frente al dólar y al euro. Ha pasado de intercambiarse cada euro por poco más de 106 yenes en diciembre de 2012 a cotizar hoy en el entorno de los 142 yenes.

Una auténtica revolución

Las propuestas de Abe durante la campaña política ya anunciaban un cambio revolucionario que se concretaría principalmente a partir del mes de abril. Para preparar su gran golpe, el primer ministro japonés fichó a Haruhiko Kuroda como gobernador del Banco de Japón (BoJ) para encargarse de rematar su política de estímulos fiscales con una batería de medidas monetarias ultraexpansivas.

Los objetivos marcados por la institución pasan por conseguir una inflación del 2% y doblar la base monetaria del país en un periodo de dos años. Un reto ambicioso que ha captado la atención mundial por las políticas monetarias empleadas tan agresivas (ver gráfico). De esta forma, el BoJ ha comenzado a andar por un camino desconocido del que no se sabe a ciencia cierta cuál será su destino.

En cualquier caso, la mayor parte de analistas coinciden en destacar que ha sido un año fructífero para Japón. "Hay un consenso generalizado de que las medidas tomadas han sido positivas", explica José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España. "Han sido doce meses extraordinarios", explican desde Barclays. El país necesitaba un cambio radical y profundo para salir de una deflación endémica y una crisis económica siempre latente. El Abenomics, que es el nombre popular que se le han dado al conjunto de políticas expansivas impulsadas por el país, ha dado sus frutos. Aunque el objetivo de inflación del 2% parece muy ambicioso, el país ha conseguido salir de su casi perpetua deflación, además, con un indicador muy importante: el IPC subyacente. Este Índice de Precios al Consumo excluye aquellos componentes más volátiles (alimentos frescos y energía) por lo que muestra con mayor claridad la tendencia real del nivel de precios en el país. Este indicador marcó en noviembre un avance del 0,3% interanual, su mayor subida desde 1998.

Hay otros indicadores, más pegados a la economía real, que han dejado datos muy positivos en los últimos meses, como es el de confianza de la pequeña industria, que avanza al mayor ritmo en casi 8 años. Los analistas son optimistas con la evolución del país, ya que esperan que su economía cierre 2013 con un crecimiento del 1,8%, su mayor avance desde 2007.

Oportunidades renovadas

A pesar del avance de la bolsa del país, los analistas confían en su buen desempeño en los próximos meses. "Para 2014 somos alcistas con el Nikkei y bajistas con el yen", explica el equipo de análisis de Bank of America, con especial atención en "las compañías exportadoras de gran capitalización del país".

"Seguimos positivos en Japón", advierten desde MoraBanc. "Tenemos un precio objetivo para el Topix a finales de 2014 y principios de 2015 de 1.590 puntos con una subida del 27% desde los niveles actuales", explica Campuzano. El consenso de mercado, recogido por Bloomberg, estima una caída del yen del 6% para 2014.

Un camino desconocido

El camino que ha decidido emprender el tándem Abe-Kuroda tiene una serie de riesgos en el medio y largo plazo derivados de las políticas tan agresivas adoptadas. Los partidarios de una línea más ortodoxa advierten del deterioro de la balanza comercial del país ante la caída del yen: el saldo comercial del país acabó septiembre con la mayor caída de la serie histórica (ajustada de estacionalidad), con más de 1.100 millones de yenes de déficit. La debilidad de su divisa provocó que las importaciones del país avanzaran en octubre un 26,2%. En las últimas dos décadas, sólo en 11 meses se superó ese nivel.

Además, Japón se enfrenta a la primera subida del impuesto sobre el consumo (similar al IVA) que se produce en el país desde 1997 y que llegará en abril. El BoJ ya ha anunciado que sigue preparado para actuar si la mayor presión fiscal debilita la economía del país.