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La Caixa y el Santander acaparan el 50% del dinero que ha entrado a los fondos
Cada año, Mariano Rabadán, presidente de Inverco, irradia optimismo sobre sus previsiones anuales para la industria de fondos y este año, por fin, no se equivocó cuando pronosticó un buen ejercicio para la industria. De hecho, se quedó corto, ya que ni su previsión más positiva hubiera contemplado suscripciones netas superiores a los 20.000 millones de euros ni un aumento patrimonial del 23% hasta superar los 150.000 millones de euros, volviendo así a niveles previos a la crisis.
Pero en toda industria siempre hay unos vencedores y unos vencidos. Y en el primer grupo se incluyen sin duda alguna las gestoras del Santander y de La Caixa. No en vano, con los datos de Morningstar en la mano, al cierre de noviembre estas dos firmas acaparaban la mitad de todo el dinero que ha entrado en fondos, ya que suman más de 9.000 millones de euros en suscripciones netas.
En concreto, la gestora del Santander ha logrado cerrar el mes de noviembre con suscripciones netas por valor de 5.612 millones de euros en el año y un aumento patrimonial del 35%, hasta rebasar los 25.000 millones de euros. Un nombre propio tiene la principal clave de su éxito. Se trata de Santander Fondepósitos, producto conservador donde los haya, que ha captado 2.341 millones de euros a través de sus diferentes clases de participaciones, o lo que es lo mismo la mitad de todo el dinero que ha entrado en la gestora en 2013.
Un año en el que la firma ha tenido grandes cambios en su estructura. El más importante ha sido sin duda la venta del 50 por ciento a dos entidades de capital riesgo como Warburg Pincus y General Atlanti, pero también el traslado de la sociedad donde se integra la gestora a Londres. Además, dentro de la gestión propiamente dicha, gestores de renombre como Iván Martín, ex Aviva o Adam Cordery, ex de Schroder, se han incorporado a la firma cántabra al frente de las divisiones de renta variable española y de renta fija europea, respectivamente.
La otra gran triunfadora del año es Invercaixa. Tanto que la gestora de La Caixa, dirigida por Asunción Ortega, está a punto de arrebatarle el segundo puesto de la gestión de activos española a BBVA, ya que la diferencia de patrimonio entre ambas es de tan sólo 300.000 euros, a favor de la segunda. En esto mucho ha influido la integración del negocio de gestión de activos de Banca Cívica, pero también las grandes cifras en cuanto a suscripciones que han obtenido: 4.200 millones de euros, el doble que BBVA.
Un éxito que Mercé Sagol, directora comercial de Invercaixa, atribuye a "la labor de los gestores comerciales, que han sabido encontrar en los fondos, alternativas rentables para las inversiones de sus clientes y también a las acertadas decisiones de gestión". Por no mencionar el gran éxito que están teniendo entre los inversores los recién nacidos fondos de rentabilidad objetivo, que se venden fundamentalmente como alternativa a los garantizados. "Han captado más de 3.000 millones, lo que nos ha permitido consolidar la demanda de fondos objetivo".
BBVA, ¿de capa caída?
La que menos parece haber aprovechado la resurrección de la industria es BBVA. Si bien la gestora conseguirá cerrar el año con 2.000 millones más de euros en activos bajo gestión, la cifra puede parecer insuficiente si se tiene en cuenta que este año le vencían, según los datos de VDOS, más de 4.000 millones de euros, lo que supone que la mitad de ese dinero no se ha quedado en la entidad.
Aún así, fuentes cercanas a la gestora quitan hierro al asunto y se muestran convencidos de que vendrán tiempos mejores en cuanto el cliente asuma el cambio de estrategia del depósito al fondo sin basarse en las campañas comerciales.
Precisamente, esa mentalidad de depósito que aún tiene el cliente español explica que hayan sido los fondos objetivos los claros vencedores en la industria de fondos española, lo que ha llevado a la CNMV a vigilarlos atentamente, ya que se ofrecen como alternativa al fondo garantizado pero sin garantizar nada. De los 20.000 millones de euros que han entrado en fondos, 8.000 millones son en fondos de gestión pasiva (donde se integran los fondos objetivo) y otros 7.000 millones en renta fija a corto plazo.