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Renta fija apta para todos los públicos



    Una de las alternativas más cercanas al depósito es la deuda a corto plazo del Tesoro, pero con la caída en rentabilidad que también sufren las letras el inversor debe mirar hacia títulos públicos a medio y largo plazo y hacia bonos de compañías y bancos. La renta fija española se convierte en un activo apto tanto para inversores más conservadores como para los que quieren tomar más riesgos.

    Deuda, bonos, renta fija... Son palabras que los ahorradores más conservadores, los que nunca se han planteado alternativa al depósito, asocian con riesgo. Eso no es para mí, rechazan muchos. Pero ahora que los plazos fijos a un año rinden una media del 1,5% si se quiere rascar rentabilidad es posible explorar más allá de los plazos fijos sin necesidad de asumir altos riesgos. Hay títulos de renta fija que sí pueden encajar con un perfil conservador y otros con los que exprimir mayores retornos a cambio de dar un paso más alejándose del refugio del depósito. 

    Tradicionalmente, buena parte del dinero que abandona los depósitos se traslada hacia letras del Tesoro a 6 ó 12 meses o bien hacia otro tipo de deuda a corto plazo del Estado. El problema es que estos rendimientos también han caído en los últimos meses, porque España logra ahora financiarse en mercado a precios más bajos. Las letras a un año ofrecen menos del 0,8%, por lo que conviene mirar hacia otras opciones a medio y largo plazo, olvidándose también de del año o lo sumo dos años en los que se tenía el dinero en un depósito.

    El equipo de Santander Private Banking ha elaborado para elEconomista dos carteras de renta fija española. Una está destinada a inversores con un perfil de riesgo moderado, donde hay sitio para bonos públicos y privados con la que conseguir más de un 3% mantiniéndola 7 años. La otra está orientada a inversores más agresivos con deuda de compañías y bancos españoles que conduce a rendimientos del 5,5% durante una vida de 6 años.

    Entre los títulos públicos, la firma se decanta por bonos del Estado a 10 años con los que el inversor se apunta ahora rendimientos que rondan el 4,14%. Ese interés, conocido como TIR, es lo que realmente rentará la inversión al ahorrador que compre en estos momentos pese a que cobrará un cupón periódico del 4,4%. Lo que explica esta diferencia es que los bonos han subido de precio en el mercado, lo que hace caer la rentabilidad que ofrecen.

    Para asegurar con más deuda pública esta cartera conservadora, la recomendación es deuda del Fade -el organismo que tituliza el déficit de tarifa- y de la Comunidad de Madrid que hoy ofrecen rendimientos del 2,5% y el 3,7% en cada caso. Lo que la completaría serían bonos corporativos, en este caso de Telefónica, que cuenta con mejor rating que el propio Reino de España.

    Apetito por los bonos privados

    Éste ha sido un año histórico para la financiación en mercado de las grandes cotizadas españolas: han acelerado las emisiones de deuda gracias a costes más asequibles. Prácticamente toda la deuda emitida en el primer semestre de 2013 se ha comportado bien en el mercado secundario. Es decir, que ha subido el precio y ahora ofrece menos interés que en el momento de la colocación.

    Pero con todo, hay muchos títulos de españolas con los que cazar atractivas rentabilidades que, además "probablemente irán estrechándose", apunta Teresa Gimeno, experta en renta fija de Santander Private Banking. Que siga bajando la TIR se traduce en que si el inversor no quiere quedarse a vencimiento, puede vender y ganar esa diferencia. Desde el IEB señalan que precisamente la renta fija de las compañías españolas es una de las oportunidades de inversión de cara a 2014.

    Aquí son muchas las oportunidades para un inversor más agresivo. El sector de la construcción esconde algunas en FCC (en su bonos convertibles, que no deben canjearse obligatoriamente por acciones) y OHL. Teresa Gimeno explica que la última "ha tenido muy buen comportamiento en los mercados de renta fija a lo largo de la crisis. OHL ha logrado numerosos contratos fuera de España y, a medida que mejore el ciclo, el valor del activo se irá reforzando". Ambas ofrecen en torno a un 6%.

    En cuanto a emisiones subordinadas de bancos, la experta destaca a "Bankinter y Caixabank, con altos niveles de rentabilidad actuales [un 4,7% y un 4,9%] y expectativa de bajar". Y puntualiza: "En el caso de Bankinter, sigue recomprando su propia deuda, por lo que la cantidad disponible de papel para los inversores es menor, y cabe esperar un buen comportamiento". En esta cartera hay sitio para empresas más pequeñas. En la firma seleccionan los títulos de NH que vencen en 6 años, con la misma esperanza de ganancias en mercado.