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Cómo rentabilizar el 'boom' de la clase media en China

  • Phillip Morris y LVMH obtienen más de un cuarto de sus ingresos de Asia
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Mucho se esperaba del III Pleno del 18 Congreso del Partido Comunista chino, que finalizó el martes, en el que cerca de 200 dirigentes chinos debían marcar la hoja de ruta económica para próximos años.

Las quinielas de los analistas hablaban de tres aspectos clave que serían tratados en lo que se conoció como proyecto 3-8-3. En ese primer 3 se incluían la reforma del sistema de mercado y la creación de una estructura corporativa. El 8 atendía a ocho reformas clave: gobierno, monopolio, sistema de la propiedad, sector financiero, fiscal, gestión de las propiedades estatales, innovación y apertura de la economía. Y en el segundo 3 se incluía el aperturismo, la reforma de la seguridad social y la reforma de la propiedad.

Muchos frentes abiertos que el primer comunicado del Partido ha dejado igualmente abiertos, lo que explica la caída del 0,8% del índice chino Hang Sheng. Aunque la vaguedad del comunicado y la falta de concreción es lo que han castigado los inversores -algunos analistas incluso defienden un fuerte sell off en China en próximas semanas-, si se deja ver en el mismo algún que otro signo de aperturismo en lo que al mercado se refiere.

Por ejemplo, si en el anterior congreso de 1993 se definía el papel de mercado como básico ahora le otorgan el calificativo de decisivo. Eso sí, ni una palabra concreta sobre el monopolio chino (ésta ha sido la principal decepción), ni de los cambios en los tipos de refinanciación de la banca ni sobre la eliminación de la política del hijo único o la reforma de la propiedad (hukou), que limita la migración al ligar a los ciudadanos al lugar donde nacen, limitando el uso de servicios públicos si cambian de área.

Pero aún es pronto para sacar conclusiones. Se espera que en los próximos días se conozcan más detalles de las deliberaciones de los dirigentes chinos. Unos dirigentes que, como recuerda Barclays "están mucho mejor formados, son más jóvenes y tienen visiones más globales que sus predecesores".

Objetivo: duplicar la renta per cápita

Quizá por ello, y pese a la reacción bajista inicial de su mercado, la sensación es que la nueva hoja de ruta del PC logrará el objetivo de duplicar la renta per cápita de sus habitantes en diez años. Un objetivo que, de cumplirse, acarrearía un aumento del consumo interno, al que la economía china quiere ligar su crecimiento. "El gobierno chino se ha comprometido a ejecutar reformas destinadas a crear una sociedad más armoniosa elevando salarios y PIB per cápita y el consumo será lo que incremente su PIB, aunque este proceso puede durar años", afirman desde Fidelity.

En todo caso, el que quiera beneficiarse de este cambio de modelo económico en China debe vigilar a las compañías de consumo que reciben buena parte de sus ingresos del continente asiático. De las diez empresas de este sector con mayor capitalización bursátil, la tabaquera Philip Morris y el conglomerado de lujo LVMH son las que más ingresos reciben de Asia, el 35 y 28% del total. Ambas compañías son además una compra para los analistas fundamentales que las siguen y en ambas se esperan aumentos de beneficios para 2014.