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Los planes son más caros que los fondos



    No son pocos los inversores que consideran las comisiones de gestión de los planes de pensiones excesivas teniendo en cuenta la escasa gestión que realizan al tratarse de un producto a largo plazo. Con los datos en la mano, esos inversores tienen razón, al menos cuando se les compara con los fondos de inversión en todas las categorías

    Son los instrumentos de ahorro a largo plazo por excelencia debido sobre todo a que son, tras la eliminación de las ventajas fiscales por compra de vivienda, los únicos que cuentan con deducciones. Pero eso no siempre indica que sean las mejores opciones. De hecho, cada vez son más los inversores defraudados con su plan de pensiones, ya sea por temas de rentabilidad -solo el 22 por ciento ha batido a la inflación año tras año en los últimos 10 años-, por su falta de liquidez o por las excesivas comisiones que soportan. Y los datos lo avalan, ya que las reclamaciones por planes de pensiones crecieron un 33 por ciento el año pasado, según los datos de la Dirección General de Seguros.

    Ante este descontento y para fomentar la inversión en estos productos, Economía ha preparado un informe para buscar una mejora a estos tres problemas, que pasa por la posibilidad de permitir la liquidez del plan de pensiones pasados 10 años desde su contratación a limitar las comisiones máximas de los mismos, que ahora son del 2 por ciento en concepto de gestión y del 0,5 por ciento en lo que respecta a la de depositaría.

    Centrémonos esta vez en este segundo asunto, que concentra gran parte de las quejas de los partícipes. Aunque desde la Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva (Inverco) defienden la idoneidad de las comisiones de los planes de pensiones, al afirmar que son más baratos que los fondos, la realidad es que lo son sólo cuando en el cálculo de esa comisión se incluyen los planes de empleo que sí tienen comisiones muy bajas.

    Sin embargo, cuando la comparación se realiza entre los fondos y los planes individuales, aquellos que el cliente contrata con el banco, la realidad es bien distinta. Según los datos de Morningstar, la comisión de gestión media de los planes de pensiones es de 1,36 por ciento frente al 1,09 por ciento que cobran los fondos de inversión domiciliados en España, un 25 por ciento más.

    Si se analizan estas comisiones por categoría, la foto es todavía peor. Sobre todo en los productos con más bajo riesgo, como los garantizados o los productos de renta fija que, por ciento, tienen el 52 por ciento de todos los partícipes de planes de pensiones, según los datos de Inverco. Las mayores diferencias se ven en los planes monetarios, que hay que recordar que son productos que tienen una rentabilidad ligada sobre todo a los tipos de interés, ahora en el 0,50 por ciento. Es por ello que sorprende que de media, y según los datos de Morningstar, soporten una comisión de gestión anual sobre el patrimonio del 1,09 por ciento frente al 0,55 por ciento de los fondos, es decir, un 98 por ciento más. También se ven grandes divergencias entre los productos de renta fija, que concentran uno de cada cuatro euros invertidos en planes de pensiones. De hecho, mientras que el gasto medio en gestión de los fondos es del 0,84 por ciento, en los planes la cifra es del 1,26 por ciento, lo que supone un 50 por ciento más. "Los planes de pensiones son caros y menos eficientes que los fondos, ya que mientras en los segundos se gestiona, en los primeros se regalan vajillas", afirma Víctor Alvargonzález, director de inversiones de Tressis. Quien, no obstante, defiende que también hay algunos productos buenos y rentables como los planes que componen su cartera a partir de fondos.

    Juan Luis García Alejo, director general de Inversis, también defiende la idoneidad de algunos productos como complemento para la jubilación, ya que "lo más importante es la calidad del producto independientemente de la comisión que tenga ya que un plan puede ser casi gratis y no aportar nada", defiende este experto. Sin embargo, casualidad o no, lo cierto es que, salvo algunas excepciones, los planes de pensiones más rentables a diez años de cada una de las categorías contemplan comisiones de gestión inferiores a la media.

    ¿Vale la pena el criterio fiscal?

    Que la batalla de las comisiones la ganan los fondos queda claro, pero ¿y la de la rentabilidad? También, al menos si se tienen en cuenta las categorías comparables. Así, según los últimos datos de Inverco al cierre de septiembre, de media los planes de renta fija a corto plazo han obtenido una rentabilidad anual en la última década del 1,41 por ciento frente al 1,64 por ciento de los fondos; los mixtos de bolsa, un 3,36 por ciento frente al 3,43 por ciento y los de renta variable un 3,94 por ciento frente al 6,22 por ciento de los fondos, sólo por citar algunos ejemplos.

    Entonces, ¿por qué invertir en un plan de pensiones? Básicamente porque son los únicos que permiten deducciones fiscales- de hasta 10.000 euros hasta los 52 años y hasta los 12.500 euros más allá de esta edad. Sin embargo, no son pocos los expertos que advierten que esas ventajas fiscales no son atractivas, como en un principio pudiera parecer. "Lo que consigue el plan de pensiones es diferir impuestos pero si alguien lo va a rescatar en forma de capital no ganará nada con ello", afirma García Alejo.